EL GRAN LÍDER CIMARRÓN
La manada de perros sin amo
recorría a lo ancho la pradera
tras los pasos del líder cimarrón.
Y era aquel líder con grandes dotes
el más alto, el más violento
y ocurrente semental.
Con ojos entre azul y negro
brillante, amenazador, y el morro chato y los dientes
todavía relucientes, llevaba
la voz cantante, y era el perro que tenía
más ocurrencias pues
había aprendido verdaderamente
el oficio de avanzar.
La manada avanzaba aguerrida sobre el charco,
sobre el polvo o la nevada,
pero, aun así,
las cosas no les salían del todo bien,
y no había día que no perdiera un perro, o que alguno se malograra
bajo las ruedas de un auto,
hasta el punto de que el número de sus miembros
decrecía a simple vista, se reducía
con respecto, sobre todo, a los días en que causaban pánico de verdad.
Porque ya no eran tiempos para correr en manada,
salvajes a campo abierto, para vivir bajo el cielo
y sobre caminos muy muy trillados en completa libertad.
Especialmente hosco,
pendiente, circunspecto, desconfiado
arriesgaba obligado por la necesidad,
se preocupaba por todos,
sin más llevaba la carga,
y era tan grande su odio que,
en ningún momento de la jornada,
parecía preocupado por su propia situación.
Gaspar Jover Polo
- Autor: gaspar jover polo ( Online)
- Publicado: 29 de noviembre de 2024 a las 14:21
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 22
- Usuarios favoritos de este poema: Eduardo Rolon, Tommy Duque, Antonio Pais, Mauro Enrique Lopez Z., EmilianoDR, Ricardo Castillo., ElidethAbreu, El Hombre de la Rosa, JUSTO ALDÚ
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