ECOS DE TRISTEZA
En el oscuro abismo de mi alma, yace un corazón herido,
Como un ave sin alas, en un cielo sin sentido.
Mis lágrimas son ríos que desbordan mi ser,
Y mi dolor es un océano que no deja de crecer.
Soy un árbol marchito, sin hojas ni color,
Mis raíces desgarradas, buscando en vano su valor.
El viento susurra melancolía en mis ramas desnudas,
Mientras mi tristeza se arraiga en mis venas mudas.
Mis sueños son espinas que se clavan en mi pecho,
Y mi esperanza, una vela que se apaga en el lecho.
Soy un barco naufragado en un mar de desolación,
Sin rumbo, sin destino, sin encontrar salvación.
Mis lágrimas son versos que se desangran en el papel,
Cada palabra, un eco de mi dolor que no puedo contener.
Soy un poeta maldito, con el corazón hecho añicos,
Mis letras son un grito silencioso en busca de alivio.
En el laberinto de mi tristeza, me pierdo sin encontrar salida,
Mis suspiros se desvanecen en la oscuridad, sin dejar huella perdida.
Soy un susurro olvidado en el viento, una sombra sin luz,
Mi existencia es un eco vacío, un suspiro en la cruz.
© Corazón Bardo
- Autor: CORAZÓN BARDO (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 30 de noviembre de 2024 a las 06:13
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 21
- Usuarios favoritos de este poema: JUSTO ALDÚ, Mauro Enrique Lopez Z., Eduardo Rolon, Josué Gutiérrez Jaldin, WandaAngel, El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Me gusta su cadencia.
¡Qué alegría saber que la cadencia resonó en usted! Es como una danza de letras que se despliega con cada palabra. ¡Gracias por notarlo!
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