Para todo hay un tiempo determinado (Ecl. 3:1).

Yeshuapoemario

 

En el tapiz del tiempo, cada hilo se entrelaza con el propósito divino, marcando momentos para la creación y la contemplación. La naturaleza, en su esplendorosa armonía, es un lienzo que Jehová despliega ante la humanidad, invitando a las familias a unirse en la admiración y el gozo. Los campos ondulan con el susurro del viento, las montañas se elevan majestuosas, custodios de antiguos secretos, y las playas acarician el mar con suaves besos de arena.

 

En la reserva de lo natural, la vida se despliega en un espectáculo sin igual, donde cada criatura, desde el más pequeño insecto hasta el más grande mamífero, desempeña su papel en la sinfonía de la existencia. Los padres, maestros de la vida y guías, tienen la sagrada tarea de revelar a sus hijos las maravillas de este mundo, enseñándoles a leer en cada hoja, en cada piedra, la poesía de la creación.

 

En el nuevo mundo prometido, donde el temor se disipa como la niebla al amanecer, las familias caminarán sin miedo entre todas las criaturas, hermanados en un paraíso terrenal. Los animales, libres de la sombra del miedo, compartirán con nosotros el regalo de la vida, y juntos, en una danza de paz y respeto mutuo, celebraremos la abundancia de Jehová.

 

No hay que esperar a un mañana distante para empezar a construir ese mundo. Hoy mismo, en el corazón de cada familia, puede florecer ese nuevo mundo. Al enseñar a los hijos a observar con ojos curiosos y corazones abiertos, los padres siembran las semillas de un futuro lleno de asombro y reverencia.

 

Como el rey David, que en su sabiduría reconoció la singularidad del Creador, cada familia puede descubrir en la creación una fuente inagotable de enseñanzas. En la vastedad del universo y en la intimidad de un jardín, en el vuelo de un ave o en el murmullo de un arroyo, se encuentran mensajes eternos de amor y esperanza.

 

Que cada día sea una oportunidad para aprender de la creación, para enseñar a los hijos a valorar cada maravilla, a cuidar cada regalo, a vivir en armonía con todo lo que nos rodea. Así, paso a paso, en la belleza de lo creado, las familias encontrarán un refugio, un aula, y un templo donde la presencia de Jehová se siente palpable, donde su obra inspira a todos a decir: “No hay ninguno como tú, oh, Jehová, ni hay obras como las tuyas”.



 

  • Autor: Yeshuapoemario (Offline Offline)
  • Publicado: 30 de noviembre de 2024 a las 14:51
  • Comentario del autor sobre el poema: Para todo hay un tiempo determinado (Ecl. 3:1). La creación de Jehová les da a las familias la oportunidad de relajarse y divertirse, y eso hace que estén más unidas. Jehová ha creado lugares hermosos en los que podemos hacer cosas que nos gustan. A muchas familias les encanta pasar tiempo en una reserva natural, en el campo, en la montaña o en la playa. En el nuevo mundo, los padres y los hijos disfrutarán de la creación de Jehová como nunca antes. Ya no les tendremos miedo a los animales; ni ellos a nosotros (Is. 11:6-9). Tendremos tiempo de sobra para disfrutar de todo lo que Jehová ha hecho (Sal. 22:26). Pero, padres, no esperen hasta entonces para ayudar a sus hijos a observar la creación y aprender de ella. Si desde ahora usan la creación para enseñarles a sus hijos sobre Jehová, seguro que ellos se sentirán como el rey David, que dijo: “No hay ninguno como tú, oh, Jehová, ni hay obras como las tuyas” (Sal. 86:8). w23.03 25 párrs. 16, 17.
  • Categoría: Religioso
  • Lecturas: 13
  • Usuarios favoritos de este poema: Josué Gutiérrez Jaldin, Eduardo Rolon, Mauro Enrique Lopez Z., alicia perez hernandez, EmilianoDR
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Comentarios +

Comentarios1

  • alicia perez hernandez

    AMEN!! BENDICIONES!! Dios te bendiga porque predicando el evangelio. saludos poeta



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