Condéname con ese beso,
sin tregua, sin remordimientos,
que queme la carne, que rasgue el alma,
que sea veneno y redención en el mismo aliento.
Mírame, clava tú puñal,
atraviesa mis miedos más profundos , rompe mi calma,
hazme víctima, tú amante inmortal.
Toma mi piel haz que cada caricia sea cruel
y cada gemido, una condena sin final.
Muerde, arrasa, no dejes espacio,
haz que mi grito te pertenezca entero,
que en el frenesí de tu cruel abrazo,
me pierda, me halle, me muera primero.
En cada latido, en cada jadeo,
que tus manos me forjen, que tu voz me guíe,
porque a sangre fría, y sin titubeo,
seré tu esclava, tu furia, tuya.
Haz que la noche no tenga final,
que el amanecer nos envidie en esta osadía,
y si he de caer, que sea letal,
en el filo de tu amor, a sangre fría.
Bajo el manto estrellado, en la penumbra ardiente,
susurra el viento secretos de un deseo latente,
que en cada sombra se dibuje tu nombre,
y en este abismo de pasión, nuestro ardor se asombre.
Que el tiempo se detenga, que el mundo se disuelva,
y en esta danza obscena, nuestra locura se eleva.
Sin miedo a caer, sin temor al vacío,
exploraremos el eco de un amor desmedido.
- Autores: Luna Noir (Seudónimo), Maxi
- Se ve: Todos los versos
- Finalizado: 16 de diciembre de 2024 a las 01:30
- Límite: 6 estrofas
- Invitados: Maxi Aristarán.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 14
- Usuarios favoritos de este poema: el mundo que suena
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Intenso
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