(Soneto sáfico)
Dulce embeleso, cándido clavel.
¿Cómo te afora Dios en tu finura?
Siendo la ninfa en pos de la escultura.
¡Ni la balanza aboga a tu nivel!
Heme por ti, en connubio siendo aquel,
presto y viril amante en tu hermosura.
¡Como la pluma presta a tu blancura!
¡Lúbrica tea y flor del aguamiel!
Dulce embeleso, ánfora divina…
Tú, que en fulgor rebosas mi amorío,
siendo lo astrífero que me ilumina.
Dime, si acaso, el ósculo es un río,
lleno de ornatos pulcros, que termina
siendo en mi boca nemorosa, estío.
- Autor: Sebas (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 1 de diciembre de 2024 a las 21:03
- Categoría: Amor
- Lecturas: 15
- Usuarios favoritos de este poema: Tommy Duque, Josué Gutiérrez Jaldin, Mauro Enrique Lopez Z., alicia perez hernandez, El Hombre de la Rosa
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