Me Quedo Aquí XXV
Me quedo aquí,
pues, mi rumbo y dirección no son fijos,
si soy del universo o firmamento,
no lo sé,
sólo sé que soy del planeta,
un planeta rojo, amarillo, o azul,
me quedó aquí,
pues, mi locura no está exenta de razón,
ni de tortura sino que mi vesania es de risas,
de felicidades y de comienzos ofrecidos,
me quedo aquí,
pues, mi naturaleza no es original,
sino innata y muy conmísera,
cuando hay y existe algo como es tan universal,
y es mi carisma y mis ilusiones,
en total felicidad y eso usted no lo entiende,
sino que es lerdo o listo y no desea saber de mi verdad,
me quedo aquí,
pues, mi innata naturalidad no es de usted,
sino es mi alma y mi cuerpo,
un cuerpo que siente lo que percibe,
y usted está demás aquí,
y si la ignominia de tu razón,
me da la certeza de vivir sin compasión,
sin deleites ni reyertas de conmísera atracción,
sino que la camorra marra como detiene el silencio,
y si hoy mi vida grita y mi alma calla,
es porque en el suelo existe lluvia,
y magia desde que el silencio se dedica como lo desafortunada,
o como el triste infortunio que hoy atrapa a mi locura,
cuando ocurre lo que transcurre,
un deleite o una camorra como lo ideal,
no trates de identificar mi voluntad,
si mi locura es visible sin ser invisible,
y la tortura enloquece mi mundo,
no desgarres mi triste osadía,
cuando la locura es mi carta,
cuando acata lo que cata al probar como a un vino sagrado,
y es un buen sabor lo que deja el vino en la sangre,
efervescente de caricias, besos y pieles de mieles,
me quedo aquí,
pues, la cena me dura hasta el otro día en el cuerpo,
el hambre es sed sedienta de cosas que van al ano,
para execrar la codicia y la ambición,
en excretas de impoluta redención,
cuando el alma calla,
como el silencio dentro del cuerpo,
cuando me quedo aquí,
como rumbo y dirección incierta,
pues, mi manera de ir sin saber el futuro me hace vivir,
pero, mujer que sabe de peligros vale por tres veces en el peligro,
y sino sabes de la verdad se aferra el desierto frío,
en malgastar en luces de certeza dentro del alma,
si en plena oscuridad se percibe el silencio,
el miedo, el terror, y el horror en dolores de incierto proceder,
cuando me das el alma fría y no en calor,
como la costumbre de amarte más,
pero, mi alma va y va lejos,
volando como reo en prisión,
cuando arde el temor de ser como el dolor,
pero, mi libertad va y va lejos,
como lo inhibido de una prisión,
que queda como en blanco y negro,
pero, mi alma es de color,
como aquél lleno de sudor en el rostro,
que cala su vida en amar,
lo que desea albergar en su corazón,
me quedo aquí,
pues, mi rumbo es mío y no tuyo,
no te inmiscuyas que nadie te llama en mi vida,
pues, si deseas joder aléjate de mí,
que no somos marionetas ni máquinas,
sino humanos que en la locura sabemos lo que somos ser,
no derrumbes el silencio,
si está en mi alma,
no destroces el camino,
si estás aquí,
para joder…
Por: Srta. Zoraya M. Rodríguez
EMYZAG
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- Autor: EMYZAG (Seudónimo) ( Online)
- Publicado: 5 de diciembre de 2024 a las 00:07
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 14
- Usuarios favoritos de este poema: La raiz que no se seca, JUSTO ALDÚ, El Hombre de la Rosa, Mauro Enrique Lopez Z., alicia perez hernandez
Comentarios1
Muy buenas imágenes, todavía me resuenan algunas. Y cierras con una alucinante. "No derrumbes el silencio".
No te preocupes... Nadie te va a mover, quédate ahí.
Saludos
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