Rompí los cristales de la eternidad
recorriendo el cosmos sin rumbo ni destino.
Percibí tu presencia una y mil veces y te llamé a gritos,
mas, tus oídos se cerraron a las voces que desangraban mi alma.
Caminé entre los riscos de tu ignorancia,
y me detuve en la orilla del abismo ofreciéndote mi mano
que con desdeño rechazaste.
Busqué tus ojos en la lejanía y el palpitar de tu pecho
que renegaron del latir de mi sangre.
¡Qué lejos las guirnaldas que entrelazábamos en días de asueto!
¿En qué gris se transformó el azul de los lagos en los que buscabas
la aprobación de tus sueños?
¡Qué duro este crujir de cristales bajo mis pies!
¡Y qué duro este caminar entre las rocas escarpadas del ocaso en el que me asfixio!
-
Autor:
Rosario Bersabé (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 7 de diciembre de 2024 a las 07:07
- Comentario del autor sobre el poema: Del poemario "Libre albedrío"
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 38
- Usuarios favoritos de este poema: Soponcio, EmilianoDR, Alexandra L, Mauro Enrique Lopez Z., JacNogales, ElidethAbreu, Dr. Salvador Santoyo Sánchez, 🎅🌲María García Manero 🌲🎅, El Hombre de la Rosa, pasaba, Javier Julián Enríquez
Offline)
Comentarios1
Dramatismo y belleza tomados de la mano.
Un saludo afectuoso y abrazo cálido.
Muchas gracias, María, por tu visita y comentario.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.