La luz se dobla temprano alrededor del caminante
El artillero susurra suavemente su sombra en la pared
La multitud estalla desde dentro,
Un animal solitario hurga en la basura
Antes que los energúmenos se tomen el espacio
Nos encierran en una coraza y blandimos nuestra materia
Cuerpos enfermos corren rumbo al vacío
Toda la noche, los ecos de cabezas suspicaces
Sobre el cielo rojo, la cámara está filmando
Caídas las estatuas, caídas las banderas
El mundo se está moviendo estrepitosamente
¿hacia el precipicio? ¿hacia el fuego sagrado?
¿hacia un perverso cambio en las reglas del juego?
De todas maneras, nuestros libros ya han visto la luz
Sin embargo, no han callado su sombra
Y no hay forma de enmendar las palabras acribilladas
No hay forma de recuperar el estado de cosas
Previo a nuestro calamitoso desencuentro
Los hechos están consumados y las razones consumidas
En la última noche, entonces, beberemos
Beberemos para purgar nuestras contradicciones
Nos mantendremos despiertos, volveremos a aquella época
Y escucharemos a los vecinos arrojar sus fuegos artificiales
Joviales y penitentes, en la zona cero de la historia.
- Autor: Salvador Galindo (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 8 de diciembre de 2024 a las 08:29
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 12
- Usuarios favoritos de este poema: Josué Gutiérrez Jaldin, EmilianoDR, Mauro Enrique Lopez Z., alicia perez hernandez, pasaba, El Hombre de la Rosa
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