De haberlo sabido
mandaría a cagar
antes de haber parido.
Y como van con las espectativas?
no se cumplirán
por suerte... así aprenderán...
No importa lo que hagas
el reclamo llegará.
En el país de las maravillas
por ahí, sí,
porque ese mundo lo creamos
a medida.
Pero la experiencia vivida
a otra realidad arriba.
Pequeñas ilusiones creadas
y enterradas...
Yo la casa rodante...
él, la familia amalgamada
sin diferenciación
como un ente singular,
y eso me involucra
maldita sea!
me reclama...
y yo, con mi aprendida independencia.
La incongruencia del pedido
tratarnos bien, con amor,
"pero... vos me tratas mal
enseguida te ofuscás"
Aprovecho...
Me mira... detiene su mirada unos segundos, y se va.
- Autor: Maribel del Ser (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 9 de diciembre de 2024 a las 09:38
- Comentario del autor sobre el poema: lenguaje inapropiado
- Categoría: familia
- Lecturas: 25
- Usuarios favoritos de este poema: EmilianoDR, Josué Gutiérrez Jaldin, alicia perez hernandez, Mauro Enrique Lopez Z., Pilar Luna, El Hombre de la Rosa
Comentarios3
Maribel, cuando los pichones crecen alas, se van sin reparos, solo con una mirada y quedamos con las palabras en la boca, pero regresan si tienen hambre.
Para eso somos padres y madres.
Saludos.
necesito sublimar, porque soy de mucho rumiar, descargar un poco la mochila, para no sucumbir, me reclama lo que no puedo dar, tambien reclame a mis padres lo que no pudieron dar... gracias por tus palabras
Palabritas de a centavo.-(Las Mías)
Un ring de boxeo, donde el Réferi o Árbitro, se convierte en uno de los boxeadores, conduce al caos y no habrá ganador visible. Con suerte, saldrán los dos con heridas invisibles que, sangrarán en cualquier momento. Las mismas ya tienen precio. En tratos emocionales de alta factura, entre familiares y adultos, un tercero imparcial, es indispensable. Ojo: Cuando y solo cuando, se quiere realmente, cortar el juego tóxico entre las partes. Los juicios familiares debe-de deber- dirimirlos un tercero y AJENO. SALUDOS.
planteos de hijos adultos, que quieren cambiarme, yo tambien los hice en su momento, pura inmadurez
Solo seguí tus improntas, y obvio, cada uno de nosotros fuimos jóvenes, y conocemos algunas respuestas fijas. Comento, desde lo que leo, más allá sería osadía. No obstante, abriste la puerta y es importante, que no te la cierres y te conteste tu misma, ¿Para qué la abrí esa puerta? Nunca, te digas - ¿Porqué la abrí? Cariños y linda tarde.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.