El maullido rasga la noche,
un rumor incómodo que pide alimento
en el vacío de mi insomnio.
Debí dejarlo en la bolsa,
donde los otros cuerpos yacían silentes,
huellas de un naufragio sin retorno.
En mi mano persiste la señal:
tu pequeña tripa aún pegada,
un cordón roto entre lo vivo y lo inerte.
Tu aliento se desvanece,
y en tu agonía se alza un reclamo,
un eco que muerde mi proeza,
la vuelve sombra,
la hunde en el vértigo de lo irreparable.
- Autor: Milber Fuentes ( Offline)
- Publicado: 9 de diciembre de 2024 a las 21:17
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 30
- Usuarios favoritos de este poema: Milber Fuentes, nachosol, JAGC, Mauro Enrique Lopez Z., Pilar Luna, alicia perez hernandez
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