¿Ya mismo regresas?

Me dijiste que nuestro futuro sería triste, que nos casaríamos a los 26, tendríamos hijos, y viviríamos atrapados en la rutina, para que luego, en un “pis pas”, pasen 20 años tristes, como te has ido y deseo escribirte, te dejo esto: 

Mi amor era

Mi amor era, luz en los días de melancolía, 

eran besos, abrazos, caricias, 

mi amor eran pequeños detalles, chillidos de alegría, 

mi amor era, ese destello en mis ojos que se ve cubierto por la tristeza, 

era ese deseo en la piel, que aun siento, 

mi amor fue mucho, te alimente con él, te deje reinventarme y me adapte a ti, 

pero, mi amor no fue suficiente, 

porque no estas, no has vuelto, y no piensas recuperarme, 

una boda a los 26, llena de invitados, con personas afines, tan cercanos, 

nuestras manos sobre la mesa, tocándose a roces impacientes, 

un vestido claro que simbolice la pureza de mi alma, 

y tú, en la esquina esperando con ansias para poder notar mis ojos cafés escondidos tras el velo, 

para que en el altar, le hablemos a Dios para que nos proteja y nos de la vida suficiente para querernos, 

salir de ahí, formar un hogar, una familia, 

tener nuestros niños, con mi risa y tus cabellos negros, 

tomar café en la terraza, leer la poesía que te seguiría escribiendo, 

coger en cada habitación de nuestra casa, 

aventurarnos a salir por nuevas rutas y regresar juntos, 

cuidarte cuando estés enfermo, amarte, servirte, 

velar por tu bienestar, solo porque te quiero, 

pedirte ayuda con todo, aunque sea lo más pequeño,

besarte, tomar todo lo que te he escrito y recomponerlo,

para hacértelo sentir de nuevo, 

un amor de niños, pero maduro, completo, 

no veo, la tristeza, no entiendo porque sería una vida simple, 

no entiendo, porque lo nuestro sería complicado, ni porque lo es, 

yo te amo más, siempre ha sido así, 

te amé en cada cumpleaños, cada navidad, cada año nuevo, 

te espere en mi casa, aunque cuando estaba vacía era nuestra, 

te he guardado cada espacio a mi lado, en cada fiesta, cada reunión, cada presentación,

y aunque me diste tu eterna ausencia, siempre me mantuve fiel a tu presencia, 

y te sigo esperando, no entiendo: ¿lo triste?,

pero, si me siento triste,

porque aun amándote tanto, no es suficiente,

para que regreses de inmediato, y más que sea, finjas quererme.