¿Qué sabes de miedo si no vives con él, si no te acompaña desde que llegaste a este mundo?
¿Qué sabes de laberintos si nunca te sentiste perdido en uno, creyendo que no hay salida, que deberías rendirte?
¿Qué sabes si nunca luchaste contra ti mismo
para ganarle al miedo y conquistar un mañana lleno de confianza, creyente de lo que eres capaz de lograr sin ayuda de nadie?
¿Qué sabes de miedo cuando abres los ojos
y la primera sensación es un escalofrío recorriendo tu cuerpo y las ganas de llorar, confundido y queriendo que acabe al fin para sentir y saber lo que es estar a salvo?
¿Qué sabes si nunca te despreciaron y te hicieron creer que eras demasiado pequeño para un mundo gigante?
¿Qué sabes si no has vivido triste todos los días de tu vida y con la resignación sujetando tu mano porque no puedes realizar tu sueño?
¿Qué vas a saber tú lo que es querer que acabe
y no poder hacer nada al respecto porque hay vida antes que tú y depende de tu capacidad para guiar sus pasos hasta estar lista
para soltarte y emprender su propio viaje?
¿Qué sabes tú de mí si nunca te has puesto en mi lugar?
¿Qué sabes de miedo? Dime, ¿qué sabes?
Nunca me has visto batallar aterrada, llorar hasta quedarme dormida y ahogada en sentimientos de odio por la vida, por mi vida.
No sabes nada porque nunca me viste rendirme,
pero ahora no quiero más.
No quiero ser quien soy,
no me gusta, me duele.
No quiero vivir, pero vivo porque debo hacerlo,
pero ya no más.
Ya no, es cada vez más difícil controlar el miedo,
porque no merezco esto.
Es cada vez más difícil vivir,
me siento triste todo el tiempo, sin amor y en absoluta soledad.
Invisible, aunque mis lágrimas se desplacen por mi cara, frente suyo. Invisible para aquel que creía que era el amor de mi vida. Invisible porque no soy suficiente para él.
¿Qué sabes si nunca te pasó eso de agotar todas tus ideas para que te amen al punto que no te queda más nada para dar?
Te sientes roto, vacío y la vida se te escapa de las manos, pero te da igual que se vaya.
Porque ya no puedes más, duele tanto que solo piensas en que termine, aunque en el fondo no es lo que quieres.
Solo quieres ser escuchada, pero no te escuchan
y te vas haciendo cada vez más pequeña hasta que tocas fondo y ya no sabes qué hay dentro de ti, qué quieres, a dónde carajo ir.
Entonces te desarmas en lo único que sabes hacer: llorar.
Pero aunque llores mucho, esa frustración no te suelta,
las palabras no salen y la soledad te va diciendo despacito que estás sola, completamente sola.
El miedo te atrapa de nuevo y comienzas a sentirte
un fracaso, una carga, una buena para nada.
Lo único que quieres es que acabe tu infierno, dormir mucho y para siempre.
¿Qué sabes si nunca te destrozaron el alma?
- Autor: Anne Black (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 9 de diciembre de 2024 a las 22:27
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 14
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, Sierdi, Lualpri, Mauro Enrique Lopez Z., EmilianoDR
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