(Inspirándome en aquellas mágicas noches en Puerto la Cruz)
Qué bella está la noche, qué plácida y tranquila.
Desde el balcón lo diviso, semejante a un gigante zafiro negro, enorme, brillante, imponente y poderoso. Lo tengo enfrente.
¿Quién se atreve a desafiarlo? Ella. Coqueta y traviesa intenta seducirlo propiciándole suaves y lascivas caricias con su insinuante reflejo y, así, logra engalanar la enorme e intimidante superficie con un camino de oro que se convierte en deleite para quien puede observarla.
En algunos puntos logro ver quiméricos seres que, con descaro unos y con timidez otros, asoman sus cabecitas y hasta sus cuerpos. Seres con formas que la noche ayuda a imaginar: el más cercano parece una enorme tortuga; más allá, un enorme dromedario y, a su lado, otro se asemeja a un gracioso elefante. Mi imaginación es como una niña eufórica y disfruto mucho el momento; me divierto buscando sus formas.
Sigo observando la inmensidad que tengo enfrente, me sobrecoge, me estremezco y vuelvo a jugar con esos seres que ya son mis amigos.
Desvío la mirada hacia la orilla...
Puedo ver la fila de esbeltas siluetas, muy cerca unas de otras; señoritas de largas piernas y cabellos semejantes a enormes rastas; casi se toman de la mano, pero no, no lo logran..., parecen más cercanas de lo que en realidad están.
Vuelvo a fijar mi mirada en el gigante, el zafiro negro. Me atrae su majestuosidad.
Me quedo dormida en la hamaca, vencida por el cansancio del ajetreado día, sintiendo en mi cuerpo la delicada y fresca brisa nocturna.
Al despertar, ¡enseguida vuelvo a mirar a mis amigos! ¡Quiero seguir jugando con sus graciosas formas!... Ya no se ven igual. Se ha perdido la magia.
Ahora, enfrente de mí, puedo ver el mar; asomando en diferentes puntos, las rocas, y en la orilla, las bellas palmeras meciéndose al compás del viento. Lo disfruto…, mucho.
Siento un poco de desilusión al no poder jugar con mis nuevos amigos, pero pienso: esperaré a que caigan nuevamente las sombras de la noche.
Será mi última noche en este mágico lugar…
- Autor: Marinena (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 10 de diciembre de 2024 a las 01:44
- Comentario del autor sobre el poema: Algo viejito que tenía guardado por ahí. Lo escribí recordando las bellas noches de unas vacaciones en familia, en ese mágico lugar llamado "Puerto la Cruz". Saludos para todos, poetas.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 44
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Comentarios9
Bueno mi querida amiga, me encantaría visitar ese maravilloso lugar, pero creo que no necesito hacerlo, pues tengo tu maravillosa y vívida imaginación para hacerlo desde Guatemala.
Qué preciosas imágenes nos pintas.
🌹❤️
Ay, Tomasín, hasta a mí me gustaría visitarlo nuevamente. Tal vez algún día vuelva..., ojalá.
Gracias por tu paso y tus gentiles palabras.
Un abrazo con cariño.
Nos haces visualizar un panorama imponente bajo el fulgor de tu pluma
ABRAZOS DE ALMA TOCAYA QUERIDA.
Mariíta mía, gracias por leerme. Pues sí, imponente era ese paisaje, realmente. Bien hermoso. Fueron unos días maravillosos.
Abrazos y besos, mi querida tocayita del alma.
Y yo me alegro mucho que fueran hermoso, lo mereces.
Un abrazo de alma a alma tocaya querida
Belleza, pura belleza la que nos compartes en tu prosa, magnificas imágenes de ensueño, un gusto leerte, gracias por compartir.
Saludos, feliz día, Alex.
Gracias, Alexandra. El lugar es así, pura belleza y poesía en sí mismo.
Un gusto tenerte en mi rincón.
Saludos y un cálido abrazo.
En prosa, o en verso, eres genial, amiga.
Muchas gracias, Kin. Me alegra verte. Gracias por tus lindas palabras y linda visita.
Abrazos y cariño.
Qué bonito. Me imagino lo hermoso del lugar al leer tu poema. Maravilloso.
Un saludo.
Hola, Candor. Sí, un lugar hermoso, realmente. Muchas gracias por tu paso y linda huella en mi espacio.
Saludos y abrazo cálido.
Siento un poco de desilusión al no poder jugar con mis nuevos amigos, pero pienso: esperaré a que caigan nuevamente las sombras de la noche.
Será mi última noche en este mágico lugar…“
Excelentes versos gracias por compartirlo.
Gracias a ti, Emiliano, por tu presencia y tu lectura amable.
Un gran saludo y un abrazo cálido.
Gracias por compartir tus recuerdos en un bello poema, mi bella amiga, Marinena.
Besos y abrazos.
Sami.
Gracias a ti, mi Sami, por siempre ser tan gentil en tus comentarios y por tus visitas que dan luz a mi rincón.
Abrazo cálido y todo mi afecto.
Muy buen relato y bonitos recuerdos. Saludos, María.
Muchas gracias, Rosario; es todo un gusto verte en mi espacio.
Con cariño te envío mis saludos y cálido abrazo.
No he leído tantas prosas, ¡pero sin duda es una de las hermosas!
Isabel, muchas gracias por tu presencia en mi espacio y por tu comentario tan dulce y gentil.
Con gratitud y cariño te envío mis saludos y un cálido abrazo.
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