Cuando cae el sol y se apaga el día,
mi mundo se vuelve silencio y melancolía.
Ellos se fueron sin decir adiós,
dejándome solo, buscando su voz.
Pero en la noche, cuando cerro mis ojos,
un mundo distinto se abre entre los sueños.
Allí están ellos, tomándome la mano,
jugamos descalzos en prados lejanos.
Sus risas resuenan, como olas del mar,
en mis sueños de luna, vuelvo a amar.
El auto vacío, el eco quedó,
una calle oscura, el tiempo paró.
Pero en mis sueños, todo es al revés,
somos felices, no hay por qué temer.
Las estrellas guían mi viaje a su lado,
en la luna encuentro mi rincón sagrado.
No importa si el día me envuelve en su frío,
la noche me lleva de vuelta al abrigo.
Sus abrazos cálidos, su voz materna,
en ese lugar nada puede ir mal.
Y aunque despierte y la realidad me duela,
cierro los ojos y mi alma vuela.
Porque en la noche, entre estrellas y paz,
los vuelvo a encontrar, y no se van jamás.
- Autor: LMRomero ( Offline)
- Publicado: 10 de diciembre de 2024 a las 11:03
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 40
- Usuarios favoritos de este poema: EmilianoDR, Andrea-R, Mauro Enrique Lopez Z., alicia perez hernandez, El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Buenos días. LMRomero
Hermoso y sentimental poema.
Saludos Poeta.
Muchas Gracias
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