Obreros

rosi12

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Hoy descubrí, por qué me alteran tanto los obreros.

Era algo que estaba totalmente  solapado..Viviendo, en un barrio donde muchas casas sólidas, grandes, las demuelen para construir una torre. La primera vez recién mudada , empezaron a tirar una casa abajo.Inmediatamente pensé en mudarme nuevamente.
Mi hermana, que siempre fue una persona más centrada y de números, me hizo saber lo que esto implicaría, todos los gastos que tendría que afrontar. 
 
Siguieron toda clase de grúas, taladros, ruidos, era como una guerra pero sin misiles a toda hora. Esa no fue la primera ni la última demolición-
 
Recientemente , otra vez, fui despertada con gritos, y máquinas. Dolor de cabeza mediante, descubrí mi total rechazo al obrero. Por más que lo racionalizara, para cualquier mortal podría, ser algo banal-
 
Es que íntimamente, los relacioné, con la violación, de un robo. 
 
Cuando recién me separé, con una pequeña hija a cargo, fue el mismo obrero, antes había sido el  dormilón (nombre asignado por ser, el que mientras se está en obra, duerme en el mismo lugar) Luego se le contrató para hacer unos arreglos.¿ Por qué,  no me cupo la menor duda que fue él, el ladrón?.Porque sabía, donde había sido colgada la llave de la cocina. Mi esposo , había tenido la precaución, de decirme que nunca dejara, la llave puesta en la puerta, ya que con la misma, podían abrirla. Así que tomó un clavo y en la pared de enfrente la colgó. Simplemente lo que hicieron fue romper el vidrio y descolgarla. El robo perfecto, estuvieron cuidando la casa, hasta que la abandoné .Mi padre me preguntó: si había comido algo, que fuera a su casa, ya que mi madre había hecho una sopa muy sabrosa, como a mi me gustaba. Efectivamente cenamos, y cuando volvimos ya no pudimos entrar en la casa. Habían dejado una llave puesta en la puerta principal. Era una casita,  donde no teníamos vecinos de ningún lado,.Un parvulario a la izquierda y otra casa vacía.Así que fui un blanco ideal para los ladrones, Más tarde me enteraría , que los robos eran coordinados desde el jefe de la comisaría barrial.
Cuando vino la policía, había marcas de las zapatillas, en el muro. E inocentemente, le dije al teniente ¿no tienen pruebas? 
Y contestó , con su uniforme un poco ensanchado, por un prominente abdomen,- Ahhh uds ven muchas películas y esto no funciona así -.A lo que agregué ¿podrían volver? y me dijo que no, que ya se habían llevado todo, que rara vez volvían.  Antes que llegaran las fuerzas vivas, le pedí a mi madre que se llevara a mi hija para que no viera, aquel despliegue y se asustara, no era el mejor de los comienzos.
 
 Ante todo aquel dislate, mi padre me instó a quedarme a dormir con ellos y le dije: no, -que si me iba, tendría tanto miedo que no volvería nunca más.- No sé cómo, pero consiguieron localizar, al padre de mi hija. Ahí tuve que pasar la noche con él .Hacía un año que compartíamos el mismo techo , pero con las pautas de padres separados .Un fin de semana alternándose con la pequeña.
 
 Así que al tercer día, cuando lo vi muy acomodado en mi cama, se había traído la hoja de afeitar y el cepillo de dientes. Ahí lo interpelé :si quieres quedarte, por precaución de nuestra hija, muy bien pero no en mi cama. Ahí presurosamente, me contestó - nooo, no, tranquila ya queda solucionado lo de la puerta y así que mañana me voy.- 
 
Me quedé sola, con mi hija, con mucho miedo .Pesadillas, de que veía entrar a los ladrones, para dormir, ponía una cuchilla, debajo de la cama...No sabía usarla, más que para cortar verduras, pero igualmente me daba cierta seguridad, dentro de tanto desasosiego, para aquella desafiante nueva etapa.

 

La vida transcurrió , y mi hija se fue de la casa, migró a otro país, donde tendría otras posibilidades, La casa quedó grande, así que me mudé, a un piso pequeño, todavía estaba en obras. Así que , nuevamente empezó, el miedo con la escuadra y el compás, sin hacer ninguna alusión a los símbolos masónicos. Abrí los ojos, ya que esos miedos no se habían ido.

Me visitó una amiga, ,con una tradición familiar, de dejar dulces en los rincones del nuevo hábitat, le comenté de mis temores. Ella contestó.- No, quédate tranquila, y sería todo muy diferente-. Lamentablemente, se equivocó, cuando volví, me habían roto la puerta, seguramente con una ganzúa, la levantaron. Ahí estaba la cachorrita, muy asustada. Mi nueva compañera de vida , que cuando veía a uno, en particular, ahora dentro del plantel de la seguridad, se ponía nerviosa. Y le comenté : si esta perra hablara,.... Al otro día renunció, diciendo ,que tenía un mejor trabajo en una pizzería y agregó-,Pensaba que Ud, era una empresaria.- Claramente lo que se habían llevado,  era de poca monta. Mi pesadilla no terminó ahí. Cuando este se fue, del servicio de seguridad, fue sustituído por su suegro. Así que la pesadilla continuó, por tiempo definido, mientras  los obreros terminaban su trabajo.

Aquel servicio era contratado por la misma empresa, mientras que estuvieran ellos . Un manaña cuando estuvo restaurada  la puerta, me dijeron que por veinticuatro  horas, no entrara ni saliera. Me quedé en la calle y con la perra, no paraba ningún taxímetro, para pasar la noche con mi madre,-Ella no sabía nada del robo. En ese momento ,ya estaba viuda y no quería preocuparla..Así que me quedé tranquila , de saber que los obreros y otros tantos tienen la costumbre fácil,  en vez de trabajar, optan por delinquir.

(rosi12)

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