Dejemos que ardan en la hoguera, nuestras pasiones encontradas.
Que crujan en los silencios los besos arrebatados.
Que nuestros dedos incrustados, enmarañados, aprieten el dolor de lo pasado y transpiren nuestros poros la dulzura del amor.
Dejemos que el fuego se alimente de nosotros, para que las llamas alcancen dimensiones in imaginadas.
Que nuestras miradas, deseen estar fijamente alineadas y no perder el paisaje de tus ojos, ni de tu rostro.
Dejemos que el éxtasis de las caricias, asciendan a lo insondable de nuestras almas, por que así conocerás el cielo del amor.
Que estas cosas pasen en tiempo in memorial.
Centurias devenidas al presente, conocedor de exquisitos manjares, no darían con el gusto de tus besos.
Que mis manos recorran los laberintos de tus curvas y socaven tus escondrijos más ardientes.
Que mis piernas acaricien tus rodillas, sería la pira de la entrega.
Que el fuego nos consuma poco apoco y llevemos en el recuerdo nuestras tibiezas.
- Autor: Ducher (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 12 de diciembre de 2024 a las 05:54
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 42
- Usuarios favoritos de este poema: EmilianoDR, Mauro Enrique Lopez Z., ElidethAbreu, Pilar Luna, El Hombre de la Rosa
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