No te he llegado a conocer,
pero he oído de tu corazón los latidos.
No sé si eras niño o tal vez una niña,
solo sé que te quería y que me hiciste feliz,
tanto como el sol le hace feliz a los niños,
me hiciste tú,
la más feliz en ese preciso, dichoso momento.
Te imaginaba, pensado de qué color tus ojos serían,
cómo sería tu carita, tus labios qué me dirían,
Como te ibas a llamar, eso ya lo sabía,
desde hace mucho,
Tu papá y yo lo teníamos claro.
Poco tiempo formaste parte de nuestras vidas,
pero con tu ida dejaste graves heridas,
en mi corazón,
que un día latía por dos.
No me has dejado escuchar tu voz,
ni leerte los libros de buenas noches,
Darte dos mil besos en la frente,
ni darte mi amor incondicional,
sin límites ni tiempo,
me has dejado solo el tiempo suficiente,
para escuchar tu corazón y soñarte.
Te fuiste con los pajarillos que vuelan rápido,
Muy lejos, a un lugar más bonito,
Ahí donde los ángeles le sonríen
a otro ángel como tú.
Te ha llevado alguna otra orilla,
otros árboles, otro sol,
Algún otro sitio donde quiero creer,
que el sol más fuerte brilla,
que él de aquí.
Te han llevado otras corrientes,
Pero las corrientes del olvido aún no te llevan,
para que sepas ahí donde estés que alguien
te quería siempre.
Ibas a llegar en abril,
justo cuando llega la primavera,
pero te ha llevado el frío otoño,
borrando todo lo que podría haber sido,
la novela más bonita de amor.
Muchas veces, cuando miro al cielo,
me doy cuenta de que no lo hago
para ver qué tiempo hace,
ni si está nublado,
sino para mandarte un beso.
Ahí, donde sé que tu pequeño corazón
aún sigue latiendo.
- Autor: AnaGard97 (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 14 de diciembre de 2024 a las 10:46
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 14
- Usuarios favoritos de este poema: EmilianoDR, Emily., Lualpri, Isabel Ortiz, Mauro Enrique Lopez Z., Classman, alicia perez hernandez
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