Si un regalo al cielo tuviera que pedir,
le rogaría a Dios poderte abrazar hijo mio
que hoy estás tan lejos, solo eso desearía,
y volver a estar juntos por el resto de la vida.
Estas casi convertido en un joven muy apuesto,
Has sacado la belleza igual que tu madre
de carácter fuerte como el de tu abuelo
y de gran corazón como el de mi madre.
A veces un poco testarudo quizá eso sea por mi
Estás entrando en esa edad de cambios y baches,
Comienza a correr por tu mente toda primavera
Y el brío de un potrillo salvaje está en tu energía.
Al que habrá que domar con rienda o sin rienda,
Para enrumbarlo por el camino correcto,
pues ese es el reto de tu madre y el mío,
ver correr nuestro potrillo desafiando al mundo.
Con mucha seguridad atraviese risco y montes.
A sabiendas que no todo camino es fácil
hay piedras muy toscas entre los senderos.
Nunca te rindas ante los escollos y la espesa niebla
Adora siempre a Dios y a tu madre santa,
Prodígale todo el cariño que un mortal da a este ser
No olvides de agradecerle a Dios por habértela dado,
Recuerda la memoria de tus abuelos que ya partieron,
Aunque dos de ellos no te conocieron igual te aman
Visita al abuelo que aun te queda en este mundo,
Ten presente que su sangre recorre por tu cuerpo.
Tu eres la fuerza que llevo y mi corazón por ti late.
eres el milagro que Dios hizo en mi vida.
Anthony Enrique Flores Carrión.
EL ERMITAÑO SOÑADOR
- Autor: El Ermitaño Soñador (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 18 de diciembre de 2024 a las 00:47
- Categoría: Amor
- Lecturas: 14
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, Mauro Enrique Lopez Z., JAGC, EmilianoDR
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