Cruzas. Dejas atrás,
y sin mirar, la fuente.
Las muchas escaleras
subes con prontitud de luz, de gloria.
Apasionadamente
y por donde más lejos queda todo
saltas la tapia, avanzas siguiendo el rudo seto
y evitas la presencia,
no sé cómo, del dóberman de turno.
Pero las bellas aguas de luna del estanque,
cuando para mirarte
en ellas
te inclinas como junco, callan, mueren.
Y no porque la envidia sea un cuadro
colgado con pasión certera, o como anzuelo,
en el más que obligado pasillo de la vida,
que lo es;
sino porque tú cuentas con horas temblorosas,
rotundas emboscadas de mareas sin dios,
miedos devoradores de confines,
inflexibles naufragios
que al espejo despojan de su magia
y aceleran el paso, la partida.
Saben que a la deriva tu navío,
tú,
en noches sin la amada.
- Autor: César Tomé Martín ( Offline)
- Publicado: 18 de diciembre de 2024 a las 09:00
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 57
- Usuarios favoritos de este poema: Andy Lakota👨🚀, JAGC, alicia perez hernandez, Mauro Enrique Lopez Z., JUSTO ALDÚ, JoseAn100
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