He buscado por los bosques
al dueño de sus pintos matizados.
Llamé al cielo en el oriente
buscando los celestinos estrados.
Busqué respuestas a estas letras
pero solo chocaron
como eco en las paredes,
como cuevas siniestras
eran lentos relieves.
He encontrado lo que ya no existe...
aquellos pastizales escritos
que mullaban mis latidos,
los guardo por ser de mimbre,
un escudo para los perfidios.
Lienzo agotado, acaba jaspeado
por mis salados ríos,
desteñían su color encantado
los culpables cursos desencadenados.
Son laudes que nunca han sido dictados
a su perdido destinatario.
Nunca será desvestida esa carta
forjada en el alma, y en ella,
embestida en aguas, se desarma
en doradas venas de luto amarradas.
Solitaria y abandonada
en su vívido retrato
que dejaron abarrotado
en el vestíbulo de mi mente atribulada,
en él cada detalle era considerado.
Nunca ha sido transcrita,
nunca ha sido plasmada
en el arrullo de sus mejillas solapadas,
en su tez apagada,
que brillaba en mi mente
y mi sonrisa trazaba.
Se manchaban de alabanzas
a rasgos que no le inspiraban.
En él todo impresionaba.
Es un cinabrio lumbrante,
se enalzaba cual brillo de espada,
era un gran baluarte.
Destino tan cruel...
por la vida que fue, vida que dejé,
ahora es tierra árida
en reflejos de mis lágrimas.
Eran gotas que lloré y las turbé
como sentimientos que plasmé.
-Isabel. O
- Autor: Isabel. O (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 18 de diciembre de 2024 a las 10:34
- Comentario del autor sobre el poema: Una carta... Si, una extensa carta que había escrito con tanta dedicación, tanto tiempo, tanta pasión. Nunca pude entregarla a aquella persona; me duele mucho, pues justo cuando la estaba acabando ya se notaba su presencia borrosa. Ha sido una noche difícil. ¿Quién era yo? ¿Acaso parte de un amor que estaba escrito en las estrellas? Estaba loca por querer escribir nuestra historia antes de decirnos adiós. Aquel papel teñido de bellas palabras que surgían de bellos sentimientos, al leerlo solo es una forma de regresar a él, y leer las cartas que él me hacía es como agotar su triste ausencia. Cómo me gustaría haberlo entregado, y sufro tanto por ello, ahora estuviera deseando que cuando la vuelva a leer la interprete como si se lo acabara de escribir. Decirle "te amo mientras escribo estas líneas y te amo mientras las lees, te amo cada día de mi vida"... Dios, ayúdame...
- Categoría: Triste
- Lecturas: 27
- Usuarios favoritos de este poema: Lualpri, EmilianoDR, Tommy Duque, La Bruja Irreverente, Andy Lakota👨🚀, CARLOS ARMIJO R...✒️, Gloria Villanueva, Josué Gutiérrez Jaldin, Mauro Enrique Lopez Z., alicia perez hernandez, Jaime Correa, 🎅🌲María García Manero 🌲🎅, El Hombre de la Rosa, Paris Joel, José López Moreno., Lucía Gómez
Comentarios3
Isabel cuantas cartas no entregadas, cuantas confesiones no realizadas y al final, cartas mojadas de llanto y pesares.
Gracias y me ha gustado mucho tu poema.
Saludos.
Lastimosamente no se liberan esas duras cargas de mi corazón y esas millas de desesperación que en mi mente se retienen.
¡Saludos querido poeta Emiliano!
Lo malo o bueno del amor es que a veces deja rastro inconcluso y certero.
Saludos.
Si, en eso tienes razón.
Saludos estimado poeta Andy, gracias por tu presencia.
Genial versar estimada Isabel
¡Muchas gracias poeta de la Rosa!
Muchos saludos.
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