Aquellas letras,
que te felicitaban,
hoy las recuerdo.
Tenían nombre,
pequeño y singular,
era el "mil doce".
Fue hace un tiempo,
de sueños y utopías,
en la distancia.
Hoy, el invierno,
avanza con su manto
hasta mi encuentro.
Vivo en otoño
y pienso en primaveras
ya marchitadas.
Atrás quedaron
los días y las horas
que compartimos.
Y las palabras,
con ratos de silencio
siguen latiendo.
Y es que la sangre
se excita por mis venas
cuando te nombro.
Te quise entonces,
te quiero todavía
y tú lo sabes.
Rafael Sánchez Ortega ©
18/12/24
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Autor:
Pyck05 (
Offline) - Publicado: 21 de diciembre de 2024 a las 04:44
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 19
- Usuarios favoritos de este poema: nachosol, Mauro Enrique Lopez Z., Alexandra L, Lualpri, MISHA lg, JAGC, alicia perez hernandez
Offline)
Comentarios1
bellos recuerdos que hacen estremecer la piel poeta
divinas letras
gracias por compartir
Y es que la sangre
se excita por mis venas
cuando te nombro.
Te quise entonces,
te quiero todavía
y tú lo sabes.
besos besos
MISHA
lg
Gracias Misha.
Abrazos.
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