En las luces que parpadean,en el aroma a pino y canela,habitan los locos,esos que aman sin medida,que entregan hasta lo que no tienen,tejiendo con sudor la magia de una noche.
Locos que cruzan madrugadas, madres y padres que luchan a la par,
que sonríen aunque el cansancio pese,porque saben que en casa
hay risas esperando su regreso.
Son esos locos de manos firmes y corazones inmensos, los que envuelven amor en papel sencillo, los que esconden regalos en el rincón más humilde, y en su esfuerzo, siembran estrellas.
Para sus hijos, son alas invisibles, para sus seres queridos, raíces profundas. Ellos no miran el mundo de afuera, no les importan mansiones ni lujos, porque su pequeño universo es la riqueza más grande.
El loco no busca aplausos ni reconocimiento, porque sabe que en cada sonrisa de sus hijos, en cada mirada agradecida, está la recompensa más pura.
Locos en Navidad, madres y padres, hijos y hermanos, locos que construyen sueños con sus manos, locos que entienden que la felicidad
no está en lo que se tiene, sino en lo que se entrega.
Y en ese pequeño mundo suyo, hecho de amor, esfuerzo y esperanza, el loco es un gigante, porque para los suyos, lo que entrega es lo más valioso que existe.
Austin Mora Badilla
- Autor: Austin Mora ( Offline)
- Publicado: 21 de diciembre de 2024 a las 16:21
- Categoría: familia
- Lecturas: 9
- Usuarios favoritos de este poema: EmilianoDR
Comentarios1
Gracias Austin y es un placer leer tu prosa.
Saludos cordiales.
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