El pasado me presentó a una hermosa mujer.
A la cual, entregué toda mi vida y mi querer.
Pero la malvada, arrancó su amor, de mi ser.
El futuro la venció, casi desnuda en un andén.
Nunca en la vida, desearía el mal a un amor.
Llorando, lamentaba mucho, ella su traición.
Si le hice perjuicio, le pido disculpas mi señor.
Por favor, ayúdeme, présteme su atención.
Tenía, atroz fiero apetito y muchísima sed.
Le limpié su cara, moribunda, la enjuagué.
Calmé sus ansias con papas, pollo, rica miel.
La vestí, distinguida, delicada, ¡qué mujer!
Era tan débil, se encariñada, a veces sin querer.
Descansa tranquila, mi amada, mañana te vengo a ver.
Se levantó lozana, divina, vistiéndose, como ayer.
Le resonaban mis palabras, mañana te vengo a ver.
Es lo poco que sé de ella, ¡de verdad! que es singular.
Calladamente, salió mi hermosa, tropezó con un galán.
Fueron pocos los instantes, que ni siquiera, la pude amar.
La busqué, debajo de las sombras, pero no la pude hallar.
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Autor:
Sierdi (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 22 de diciembre de 2024 a las 11:58
- Categoría: Amor
- Lecturas: 14
- Usuarios favoritos de este poema: Freddy Kalvo, Fabio Robles, Willie Moreno, Mauro Enrique Lopez Z., JacNogales, Charlie Aritz
Offline)
Comentarios2
¿Se fue con el galán?
No se cumplió el campanillazo
que dice:
dan, darán, darán...
Un abrazo fraterno mi estimado amigo Sierdi.
Ja,ja,ja.
Se fue sin conocerlo.
No se cumplió...
Ni dije; dan, darán...
Aunque nunca lo digo.
Un saludo amigo Freddy.
Sierdi, me ha gustado mucho leer tu poema, esos amores que nos traen penas y contentos, y esos que se van.
Gracias y saludos amigo.
Gracias Emiliano por dedicar su tiempo a mis letras.
Aprecio mucho su comentario y me llena de alegría.
Los amores que se van, tal vez no sean personas rectas.
Un amor fiel, verdadero, puede llegar en cualquier día.
Un abrazo.
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