Las olas del mar,
una voz extraña,
mezcla de inmensidad y cercanía,
parece tan cercana y no conocemos
parece tan violenta y nos llena de paz
parece tan inmenso y nuestros ojos lo limitan
pero hay algo simple,
exige presencia”
En el metro tren de la ciudad,
como hormigas en una labor
la gente parece estar,
mira la hora los letreros,
el celular,
simula sonrisas y llamada.
Quizás, te preguntes,
mientras un pájaro se pierde en ese túnel,
¿De dónde emergió?
¿Y cuál es la presencia que se escapa por el túnel?
La tormenta del desierto,
devoraba su cuerpo, como bandera
descolorida, sin territorio,
cerro los ojos,
el miedo envolvió su espíritu,
el miedo de su primer llanto,
el miedo que giraba en el camino,
se convirtió en arena,
pero como un tronco
algunas raíces sostenían su presencia,
En la inmensidad del desierto,
escucho su propia voz,
“Resiste o desaparece,
la tempestad no pregunta,
como una moneda al aire
al caer solo hay una opción”
Ya todo está en calma,
el joven había cambiado,
algo de arena, algo de carne y piel
ya era un hijo del viento.
- Autor: OscarCampos ( Offline)
- Publicado: 25 de diciembre de 2024 a las 11:09
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 1
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