Como el que se precipita al borde de sus sueños
y se sublimare en sus contiguas ideas,
como si de un estrecho hábito se tratara,
como si estuviera a punto de alcanzar la cuerda vaga.
Esa frontera entre dos abismos ensancha
la posibilidad de que en sus límites quede martirio,
que desiste al empujar su difunta oscuridad
y cae flotando en la realidad
como si su astuto cuerpo lo traicionara,
como si de un moribundo se tratara.
Desfallece al suelo desgarrador
para impregnar su última esperanza
y dejarla con un polvo seco, sordo y sin remedio,
que plantan la mano en vendas, compresas
desmedidas,
lo dejan con el rostro raído y pensamientos
percutientes,
y entre su somnoliento semblante
su insustancial mirada llana
teme perderse en el tórrido ambiente desenfocado.
Pregunta: —¿Cuál es la vida llena?
¿cómo es una vida ostenta?—
mientras agoniza en compañía de solitarias celdas.
La soledad es negrura, el dolor es negrura,
la intriga es la negrura del camino
y la humedad es negrura en su rostro raído,
la salida de ésta basugre se encuentra en la negrura,
una incertidumbre.
En ese palpable sueño
en el que estaba ese hombre cansado
empapado de cabeza a cuello
en ungüento de sudor y lágrimas
que si los hubiera visto,
también me hubieran enamorado,
me duele verlo en mis sueños
vulnerable y derrotado
como en aquella ocasión…
como en la última ocasión.
Cada pisada más errática y trémula
en cada chirrido del lugar,
en cada madera que se ha partido,
y entre un grito inaudible que ha sido irrumpido
lo anega la dura y calurosa pared,
con tan solo ver las telarañas añejas
será enterrado en su propia merced.
Se le clava en su propia lengua
el ambiente de un sufrir perpetuo
y lo escupe en el último aliento,
cuando vuelva a tomar conciencia se encontrará
en el alud de la locura y el estremecimiento,
solo quedará la oportunidad de encontrarse perplejo
ante tan intrincado aire desalentador
que entumece su propia aspiración.
—Todo es lo mismo, reprimir y ahogar
el luto de tu corazón,
desbaratar una situación
en la que tu mismo te has sometido,
será por la apatía y el tedioso procedimiento
que conlleva…
¿enmendar una problemática en donde nadie
(además de ti) resulta afectado?
Como si te sintieras fuera de esa obligación
pero dentro de esa derrengada necesidad,
donde estás a punto de ceder a la impasibilidad,
impasibilidad que por algún extraño motivo
te hace sentir una ablación del corazón,
una que quita lo malo, quita lo bueno
“¿Qué es mejor que un estado neutro?”
¡todo, todo es mejor que eso!— .
Parecía como si su lastrado cuerpo,
desvaído, flojo, casi muerto,
descargara toda esa aflicción en el húmedo suelo,
como si fuera el todo de la nada
y la nada del todo dentro de ese corazón en cimiento,
uno que… se vuelve a materializar con el tiempo,
uno que se está reconstruyendo.
Todo lo vale en ese último momento
aún siendo el último rocío bordeando un pétalo,
él único después de la lluvia.
Correr y arrastrarme desesperadamente
persiguiendo una sombra quebrada
que mientras más se dilata
siento como si la fatiga monumental
me estuviera abandonando,
ese rápido latido sofocante que de pronto se cansa
y pasa desapercibida mi presencia en la fría lápida.
Me pierdo en mi mirada,
y en ella se mira a través de la hendidura
aquella mano ligada palpando unas mejillas
tan suaves y sonrosadas, una bella muñeca…
—Bueno… pienso que es más preferible
mascullar mis calientes lágrimas
hasta formar dentro mío pequeñas piedras,
que dejar a éstas despeñarse por mi cuello—.
Aún dentro de mí, queda algo
que se las apaña para no morir,
pero hay un inmenso hueco
que constituye una visión desmoronada
por percibir en esas manos
algo más que un son de agradecimiento.
No buscaba perder de ese modo tan execrable,
estaba muriendo de la exacerbación de este anhelo,
pero era impredecible el hecho de saber
si cada que avanzaba
se asomaban cada vez más y más
aberturas que se diluían
al recordar que se acerca el final
de todo el mal sueño.
Aquel perdido hombre insomne de mis alucinaciones
que entre aspas de viento sedantes e incipientes
que caen a reposar sobre su pecho durmiente
se vuelca en el aire y se contrae
dentro del lugar tan miserable,
como pequeñas manchas del sol
que entran por el resquicio
y se mezclan en mis pupilas,
no deja divisar a lo que llamo yo,
el resultado de no suprimir las esperanzas,
pero intentar conseguir algo desesperadamente
sería como luchar contra la desilusión,
aunque realmente me gusta ir más allá
de una simple y borrosa percepción.
Vagar en mis sueños y hacer la voluntad
de una voz que no escucho,
una voz que no siento.
-Isabel
- Autor: Isabel. O (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 26 de diciembre de 2024 a las 16:35
- Comentario del autor sobre el poema: Este poema es sobre el viaje a un sueño, casi una alucinación donde se halla una sombra quebrada y maltratada que parece la de un noctámbulo, una que se mueve continua en la oscuridad, se encuentra a sí mismo en una figura de desesperanza, busca un camino que lo lleve al propósito definitivo de su vida. Aquella persona que me ha acompañado en las noches más oscuras de mi vida ahora se ve sometido y enterrado en mis sueños como un sonámbulo. Después de intentar reconectar con esa persona aunque fuera en mis sueños, parecía ya tener una mano de ayuda, la imagen de él acariciando otras mejillas, unas tan bellas y enrojecidas se grabó en mi mente y repercute en mi piel y en mis ojos, como unas cicatrices de por vida. Me recordó que las personas cambian con el tiempo. ¿Que significa todo esto? ¿Acaso estoy atrapada en una simple paradoja de un sueño? Parece como si mi subconsciente me estuviera tratando de decir algo que no logro descifrar. Es posible que en mi cabeza se formulen estos escenarios para procesar el hueco profundo que dejó a mi corazón hollado.
- Categoría: Triste
- Lecturas: 23
- Usuarios favoritos de este poema: Lualpri, La Bruja Irreverente, Mauro Enrique Lopez Z., SOY.-, Josué Gutiérrez Jaldin, Fabio Robles, Marcos Magallanes, Violeta, JAGC
Comentarios1
“¿Qué es mejor que un estado neutro?” En el fanfic más grande de la lengua italiana, que es uno en el que el autor conoce a su poeta favorito y caminan de la mano por todo el infierno (la divina comedia), aquellos que se mostraron indiferentes al mundo tienen un espacio particular en el infierno. Más allá de su castigo, poético, de perseguir un estandarte blanco, es el único pecador por el cual el autor no siente nada. No merece su empatía, ni su asco. No existe.
Concuerdo con esa información, la apatía, la indiferencia... nunca será la mejor alternativa para escapar de situaciones, al contrario. Abandonar nuestra responsabilidad de participar de manera activa en la vida, dejar de lado la participación y el compromiso, eso es malo, porque no hay propósito, evita nuestro propio crecimiento. Pero en cuanto a la neutralidad de sentimientos, esa incapacidad de volver a sentir emociones buenas o malas, emociones intensificadas, pues es consecuencia de largos sufrimientos. Hablaba específicamente de eso, un poco alejado de lo que viene siendo la neutralidad en el contexto ético.
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