Sus ojos son verdes,
ese verde que te atrae,
que te envuelve y te cautiva
como un susurro suave,
lento, imperceptible.
Sus besos,
una cárcel sin remedio,
pero una cárcel que seduce,
que te aprisiona sin lucha,
que te convierte en su dueño
sin que quieras escapar.
Su risa
apacigua la quimera
que me persigue desde hace tiempo,
entre sueños perdidos y esperanzas rotas,
resurgiendo solo con una mirada afable,
como si el mundo pudiera empezar de nuevo.
- Autor: C (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 26 de diciembre de 2024 a las 22:58
- Categoría: Amor
- Lecturas: 36
- Usuarios favoritos de este poema: Josué Gutiérrez Jaldin, WandaAngel, JAGC, pasaba, alicia perez hernandez, racsonando
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