No sé cómo empezar

Sí, sé que tengo mucho que decir
y que siempre mis sentimientos
pelearon con mis pensamientos
para lograr salir
y ahora que les dejé ganar
debería ser fácil hablar,
sólo que. . . no sé cómo empezar.

Pues, tal vez con que me baño en sudor
tan sólo con esa mirada
que me ve como viendo nada,
nada más que el temor
que me delata, me traiciona,
y como mi alma me abandona
somos yo, el corazón y tu persona.

Perdón si no te parece correcto
que calle mi querer hablar
por el tonto afán de encontrar
el diálogo perfecto.
Perdón si me pones nervioso
si resulto ser meloso,
o si termino siendo algo odioso.

Tal vez deba empezar con que te sueño
noches y días, claro y entre enredos,
pero me asusta que te dé miedo
o que frunzas el ceño
pues lo acepto, es un poco raro,
sin embargo, tengo algo claro:
de mi vida sin luz tú eres faro.

No sé cómo empezar, si te soy franco,
tan penoso me haces sentir,
pues siempre sabes qué decir
para darme en el blanco,
o para partir del lugar
y no dejarme respirar
hasta que nos volvemos a encontrar.

Sé que para ti esto es sólo un versículo,
los otros son mejores, cierto,
pero es que yo sólo soy experto
en hacer el ridículo,
aunque, al menos lo disfrutas.
No sé cómo empezar y asusta,
pero lo haré, diciendo. . . que me gustas.