“Has iniciado un camino,
pero al final,
¿Qué ha cambiado en ti?
Como un árbol
debes atravesar los cambios
de las estaciones,
estos ciclos no tienen prisa,
ni tratan de llegar antes.
Crecer es aceptar las caídas
colocarse de pie,
cambiar en cada paso,
para llegar a un final distinto,
y descubrir que has aprendido,
como un ave,
vuela por el espacio azul.”
El joven camina
Mientras el sol lo despoja
de los últimos
rastros de agua de su cuerpo.
Sus pasos desarmonicos,
siguen el ritmo de su memoria,
la oscuridad lo espera.
El día se agrieta,
la noche con calma se tiende
sobre la arena,
arrastra silencio y estrellas.
La ciudad, parece hacer nacido
en una incongruencia,
su armonía una bohemia ebria,
a veces de dolor,
a veces de una alegría disonante.
El habitante desvía su mirada
a las estrellas,
en el bullicio no percibe sus señales.
La noche, una sombra desnuda,
su piel envuelve el cansancio,
el habitante cae en el silencio.
El crecimiento no es una línea
es un círculo que gira
entre el día y la noche,
te hiere, te une,
pero al límite de un túnel,
cuando abras los ojos,
la claridad es distinta,
tu alma es distinta.
Al final del círculo,
lo que importa, los pasos que diste,
puedes regresar por tus huellas,
y encontrar otros senderos,
la vida, a veces, es una madeja
conoces donde empieza,
como emigración de pájaros,
desconoces su regreso.
- Autor: OscarCampos ( Offline)
- Publicado: 31 de diciembre de 2024 a las 00:07
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 17
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, ElidethAbreu, Texi, Mauro Enrique Lopez Z., EmilianoDR
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