Existe una cabaña internada
en el medio del bosque
envuelta en hojas y trébol amarillo
donde resuena una música gregoriana
el canto de las avecillas,
la leve corriente del arroyo,
el viento abanicando la copa del árbol.
Una floresta de rosas,
senderos pedregosos y
todo el verdor de una
exuberante vegetación
el alba llega sin aviso,
el ocaso se marcha lentamente
por los cerros del oeste.
Lirios, hortensias
hibiscos, claveles
de todo hay en nuestro jardín.
Serenas mañanas,
tardes cálidas, noches frías
podemos besar la luna
no haremos el amor, el nos hará.
Un nido de amor, un lugar soñado
la neblina mañanera la abraza
el viejo molino nos dará de beber
la arboleda nos brinda una aura de paz
podemos tocar el cielo
podemos volar, crear, reventar.
Existe una cabaña frutal, fluvial
con un vasto arroyo de agua dulce
y una mansa cascada de nardos
senderos abrigados por jacarandas
Germinara un amor que
quebrada su inocencia solitaria
y ahí estaremos solos tu y yo
en un día sin fin,
para extenuarnos de ternura.
Todos los derechos reservados©
- Autor: Randy Mueses ( Offline)
- Publicado: 1 de enero de 2025 a las 13:24
- Categoría: Amor
- Lecturas: 9
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z., EmilianoDR
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