Hacía mucho frío, todo me era oscuro
sentía miedo, estaba solo, muy solo
ahogado en la agonía, sumido en el llanto
trate de huir pero era un declive inminente.
Mi corazón lloraba
mis ojos sangraban
la soledad quemo los
puentes que me llevarían a ti
consumido, triste, desesperanzado.
Y de pronto, cuando me hallaba
en el ocaso de mi vida
tu alba se asomó, me miraste
y me iluminaron los
rayos ultravioleta de tu amor
todo tomó color, todo se esclareció.
La hora más oscura
es justo cuando va a amanecer.
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- Autor: Randy Mueses ( Offline)
- Publicado: 2 de enero de 2025 a las 18:39
- Categoría: Amor
- Lecturas: 16
- Usuarios favoritos de este poema: ElidethAbreu, Mauro Enrique Lopez Z., EmilianoDR
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