En mi taller, un universo de tinta,
mis versos nacen, frágiles y desnudos.
Buscan la luz, anhelan un destino,
pero la crítica los envuelve en mudos silencios.
Soy un náufrago en un mar de palabras,
mis sueños, barcos que naufragan sin cesar.
La envidia, un monstruo que devora mis alas,
me impide volar, me condena a callar.
Pero en mi corazón, una llama aún arde,
alimentando el fuego de mi inspiración.
Escribo para sanar, para amar, para aprender,
aunque el mundo me ignore, mi verso hallará su estación.
Que la envidia ladre, que el mundo me ignore,
mi alma seguirá escribiendo, sin temor.
Pues el amor, mi musa, mi eterno tesoro,
en cada verso, eterno renacerá
JTA.
- Autor: jtaltuve (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 3 de enero de 2025 a las 01:35
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 15
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, La Bruja Irreverente, Llaneza, EmilianoDR
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