Pensar en lo infinito,
así como lo piensan esos aduladores,
aspirantes a señor de las gaviotas,
a cualquier precio
no me vale ni me llena
que salden sus cuentas
tretas y demases fiascos
según la forma más o menos astronómica
de las musillas esas de medio tiempo.
Si solo atinaran a deslizar sus cuerpos criminales
contra los bordes de las olas.
Y no sé, no sé si declamarlo ¿cómo?
como plasma o furia azul,
como azul subvertido
o como reverberante tono crudo
de un cielo que vomita con resaca.
He ahí donde callé y masqué,
minando espaldas y certezas,
la nube infumable que bullía de mi atómica cabeza.
Incertidumbre,
para marcar territorio e imprimir allí nuevos ayeres y mañanas.
Nubes,
para convalecer sobre todas las proas habidas y por haber en medio del Pacífico.
Caos,
para armarme un jardín de nuevas rosas y nuevas espinas,
ser yo mismo híbrido de rosa y espina.
Caer
arribar
divagar
caer
para así aliviar mi digestión ante esta postre de infinito,
y de paso, mis pensamientos.
- Autor: Salvador Galindo (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 3 de enero de 2025 a las 08:53
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 11
- Usuarios favoritos de este poema: EmilianoDR, Mauro Enrique Lopez Z.
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