DUENDE OCULTO EN LAS IGLESIAS

alegui

Las iglesias exhiben vigas de paz

envueltas en fragancia de linaza

encurtida por capelinas gastadas  

casas de oraciones

y ruegos por excesos de silicios

paz que se fugó de mi aposento

dejando la piel herida

y sin epopeyas bajo mis pies

y sin sustento ni liturgias de las creencias.

Las piernas de las mismas yacen ahorcadas

por un cíngulo que no recuerdo.

 

Un muro de hitos francos

atenazaron sueños.  

 

Tanto misterio rebotado en sus pasillos

y en mi fuga temeraria hacia las dudas

cavé una tumba y arrojé sus parlamentos.

 

La iglesia dibujada en cada alma

en algún momento la flecha la toca

y se nos abre lo verdadero.

 

Recuerdo la mirada de los santos

con sus pupilas hurgueteando en el cielo.

 

Iglesia que vocifera paz

con la majestuosidad de su silencio

para volver a subir peldaños

de la escalera de hierro

buscando lo celestial

y la explicación de lo eterno.

 

Iglesia que te perdí

cuando me hice guerrero

y en la huella que caminé

forje los muros de mi propio imperio.

 

Sin embargo, presencié tu violación

 y las voces de tus coros quedaron mudos

cuando fe y dogma sangraron su propio duelo.  

 

Bendito creer de vitrales cromados

incrustadas de rosarios  

espiritualidad y trascendencia

de las almas y sus espejos

que sin ellos solo existo en un cuerpo

y me agobio cuando estoy solo

y en su búsqueda me pierdo.

 

Totalidad de los destinos

peregrinando hacia sus destierros

que aún no se privan de extravíos

inquietos sin un rito que los oriente

con claroscuros en el sosiego.

 

Deambulamos en el rabo de las auroras

entre extensos desiertos

y sus dunas de cuarzo

son solo sombras desamparadas

de sus vacíos de hielo

hasta que la piel de la trascendencia

encuentre el útero de un único misterio

que nos hermana y nos asombra

cuando volvemos del cautiverio.

 

Y ahí empezamos de nuevo

cada uno y su ascendencia

con sus tesoros y aparejos

y una pausa para ser de veras

con el lenguaje del verso.

Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos




Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.