Novela Corta: Fuego en el Corazón
Por: Srta. Zoraya M. Rodríguez Sánchez
Seudónimo: EMYZAG
Comenzada: 2 - 3 de enero de 2025…
Publicada: 3 de enero de 2025…
Terminada: 3 de enero de 2025…
Editada: 3 de enero de 2025…
Mi #1 de novelas cortas en el año 2025…
Mi #204 de novelas cortas hasta el año 2025…
7010 Palabras 10 Páginas
~ * ~Sinopsis:
~ * ~Claudia no se libera del fuego en el corazón cuando trama cosas malas que le salen mal hacia sus seres queridos, pero, al fin y al cabo, al final tiene una enseñanza…
Sucesos:
- Descripción de Claudia y qué le sucede con su alrededor…
- ¿Qué situaciones le suceden a Claudia?, ¿qué trama ella y contra quién?...
- Primera mala situación y ¿qué trama Claudia?…
- ¿Qué le sucede a Claudia…?...
- Segunda mala situación y ¿qué trama Claudia?…
- ¿Qué le sucede a Claudia…?...
- Tercera mala situación y ¿qué trama Claudia?…
- ¿Qué le sucede a Claudia…?...
- Cuarta mala situación y ¿qué trama Claudia?…
- ¿Qué enseñanza tiene Claudia?… al fin y al cabo…
Claudia es una chica liberal y posee los más bellos ojos de color negro y el cabello más lacio de color negro azabache que cualquier chica en la ciudad llamada ¨Litura¨. Claudia vive en la ciudad ¨Litura¨ junto a sus padres y cuatro hermanas mayores que ella. Claudia siempre ha creído que nadie la quiere porque es la menor de cuatro hermanas, pues, ella siempre ha tenido esa espinita en el corazón como fuego en el corazón. Claudia se enternece por todo menos por el camino lleno de sortilegios y grandes desafíos. La vida de Claudia se da cuando sus hermanas ya tienen edad para tener novios menos ella. Claudia es una chica buena, pero, con el fuego en el corazón. Claudia desborda la vida de ricos sentimientos y de claro porvenir cuando en el ademán frío se estremece por tanto y por todo. Si Claudia no claudica, no permite que la razón la controle, pues, el ritmo de su corazón es como un suburbio desde su mismo corazón, pero, el fuego en el corazón arde como leña encendida. Claudia vive en la ciudad ¨Litura¨ por ser la más majestuosa chica de cabellos del color negro como la piedra ónix o el azabache. Claudia no claudica, no exaspera, no espera ni posee calma en sus cortos instintos de supervivencia cuando encrudece el tiempo como la espera inesperada de ser ella la pura atención entre sus padres y no sus hermanas. Si en la casa y en la ciudad ¨Litura¨ viven cuatro hermosas hermanas mayores dispuestas a dar amor a sus respectivos, correspondientes amores y novios, pero, Claudia no tiene edad para tener novio y eso a ella le arde como el fuego en el corazón y como la llama más ardiente y encendida de su triste corazón. Claudia sin claudicar ni más ni menos conlleva una efervescente y cálida manera de atraer cosas buenas, pero, muy insignificantes para ella, pero, muy importantes para sus padres. Claudia no claudica más ni exaspera más ni menos, cuando en el suburbio del corazón lega el fuego en el corazón y es la llama más encendida cuando trama lo peor en contra de sus seres más queridos, sí, en contra de sus cuatro hermanas y de sus padres. El alma para Claudia está cálida como efervescente el corazón en amar lo que encrudece cuando el semblante se enrojece de calor extremo de dolor y por rabia. La vida de Claudia no claudica más ni menos, sino que enrojece por todo y por tanto. Claudia va gratinando la vida y más va endureciendo el corazón más y más como piedra carbonatada de un sol triste de mayo. Claudia curtida por ese sol de mayo odia más y más a todos por igual, cuando en el alma de Claudia se encrudece de espantos y de un temor incierto en que el alma y el juego del amor comienzan a despilfarrar crudos sentimientos y tan oscuros como son negros sus ojos y cabellos como el azabache o como la piedra ónix. Claudia no ve, no transige ni espera en exasperación innata lo que cree en el alma llena de pavores inciertos cuando en el alma queda como la fuerza en espelunca sin concavidad del corazón, pero, tan vacío como ese hueco, pero, sin el corazón. Claudia no claudica más ni menos cuando en el recelo de la vida y de la piel es perfecta en el sentido del corazón y del alma como la pura verdad de que el corazón no ama como ella espera, pues, el odio es más fuerte y como piedra en el solo corazón es quien es dueño de todo. Claudia es una chica introvertida, pero, muy exagerada por ser retraída, comienza a diferir y departir en un odio hacia sus hermosas hermanas con sus respectivos novios correspondiendo en amores buenos, y todo porque ellas sí son buenas de corazón. Claudia no claudica más ni menos cuando en el trance directo de la verdad el odio perfila en el corazón. Claudia no tiene edad para tener novio como sus hermosas hermanas mayores, pues, es la más pequeña de cuatro hermanas. La vida para Claudia es exasperada, inesperada y muy insoportable, pues, en el ademán frío de toda aventura y desventura comienza a creer que su mundo es pequeño, pero, gigante en odio hacia sus seres queridos.
Claudia no claudica más, si en el alma de Claudia está el fuego en el corazón. El fuego en el corazón de Claudia está como el alma con luz. Claudia, en el alma, se enfrasca de tiempo y de osadía en entrever que el desastre cualifica en discernir que la maldad que posee llega como el fuego en el corazón. El alma de Claudia no claudica en el tiempo ni en el pasado de creer que el alma en las malas situaciones convergen en el corazón como un fuego latente que es el odio en el solo corazón. Claudia se encuentra sin claudicar ni exasperar por esperar transigir en la vida que atormenta la espera inesperada de creer en el alma con una sola verdad, pero, inocua como es el trance directo de su alma, Claudia siente el alma llena de verdad salubre, pero, no, no, aún no, es que era el tiempo de obtener un alma salubre sino que el fuego desciende como es el latente sol y tan candente como el corazón lleno de un solo fuego. Claudia no claudica en las malas situaciones como el síndrome del fuego en el corazón porque hasta el aire socava una sola verdad insistente. Si Claudia no claudica, no será por malas situaciones sino por el ir y volver con el solo fuego en el corazón de un odio venenoso desde el alma hasta el suburbio del corazón. Claudia no estima que su corazón sea fuego como del aire una sola verdad efímera. Si en el alma de Claudia no claudica como en el trance de la verdad que el fuego quema como arde en el alma una sola mala situación. Claudia y su alma quedó como el aire socavando la ira de un solo fuego y tan latente como el mismo fuego en el corazón. Claudia permaneció como el dolor penetrante en el alma desde que el fuego en el corazón quedó como el aire sólo volando lejos de la pura fantasía sino con la sola realidad que cuece el corazón como ese fuego latente en el solo corazón. Claudia sintió en el alma la sola verdad del solo odio en la manera más tormentosa por ver el cielo de gris con todo ese odio en el corazón y se fue del rumbo incierto cuando su alma quedó como el corazón con el fuego del mismo sol. Claudia siente el fuego latente de la verdad del odio de las malas situaciones que le embargan en el alma y más en el solo corazón. Claudia permaneció como órbita atrapando al mismo corazón con el fuego latente de un sólo odio hacia sus seres queridos. Claudia sin claudicar ni con exasperaciones innatas cuece el alma de rencores dados en el alma llena de luz como el torrente de un fuego devorador en el mismo corazón y todo por el odio máximo de creer que el corazón presiente. Claudia, en el alma de ver al solo corazón, cuece de ritmos candentes y tan cálidos como el mismo fuego latente de creer en el alma sosegada de tiempo y de penumbras celestiales. Las malas situaciones de Claudia en el alma llenan un fuego latente como el mismo deseo de saber que el cielo es como es lleno de gris tormenta cuando el odio hacia sus seres queridos la lleva lejos de ese mismo cielo. Claudia no claudica en la sola exasperación inerte de creer en el alma sosegada por hacer el peor de los daños tramando una sola mala idea. A Claudia nadie la quiere ni la desea como una linda mujer de ojos y cabellos de color negro como la piedra ónix o como el azababache. Ningún hombre la desea, pero, es que ella no entiende que es una niña aún. Ella siente y presiente que nadie la quiere, pues, sus hermanas mayores hallan el amor, pero, ella, aún no tiene edad para enamorarse como ellas. El odio comienza a tejer la fortuna o la desventura en la locura por el odio de Claudia hacia sus hermanas mayores que sí tienen novio porque les corresponden en el amor. Claudia, en el alma y en la más cálida situación sin claudicar ni transigir en el ademán frío de su odio perturbador y petrificante en el solo corazón, debate en el trance ideal en converger en el alma una sola mala idea de que el instinto siente como es el desafío frío.
La primera mala situación que tiene Claudia es que la hermana mayor se burla de ella por no tener novio aún. Claudia hierve como la sangre odio y más odio si queda callada como el tormento en el cielo o como las nubes grises en el mismo cielo que después se convierten en tempestad. La tempestad para Claudia no claudica jamás en el instinto de que se cuece el alma de venidero instante y de porvenir en un sólo corazón por el fuego latente del odio de su propio corazón. Claudia no claudica, calla lo que en el alma y en el corazón debe de callar toda rabia y rencor en el alma, pero, -¨es peor quedar al descubierto¨-, se dice ella. Claudia sin claudicar ni callar el odio ni el rencor se debe a que el ritmo del tiempo la hace más viva que el mismo destino friolero. La vida viva para Claudia se debió de entristecer de un sólo llanto opaco como el de comenzar a despilfarrar la osadía de ver al cielo como la más terrible y cruel tempestad. Claudia, sólo, es fría como el cielo de gris o como el deseo en converger el alma en un sólo friolento escalofrío tormento cuando en el alma de Claudia convergen en el alma una sola fría sensación en sentir el odio entre sus venas más cálidas. Claudia se aferra al solo deseo en sentir la fuerza en el alma y más en el corazón como el fuego candente de un sólo corazón si posee Claudia el fuego en el corazón. Claudia trama lo que más conviene en el alma y más en el solo corazón que la hermana mayor pierda a su novio. Claudia siente el recelo de la única verdad cuando la verdad es tan fría como el fuego en el corazón en el solo sentir y en el solo desafío de tentar el alma de fríos escalofriantes en una sola mala idea. Claudia no claudica jamás cuando en el alma converge en el corazón amando como nunca antes. Claudia sin claudicar, ni con exacerbaciones ni espera inesperada conlleva una sola mala idea en creer que su mundo encierra entre las venas candente hervir de sangre en mucha plétora abundante de creer en el trance sin igual que desea una sola vindicta en contra de su hermana. La vindicta que trama con la sola mala idea de Claudia es que sin claudicar jamás ni en el tiempo ni con el fuego latente en el corazón es la fuerza en el alma y más en el solo corazón de Claudia. Cuando, en el alma de Claudia se vio con la vindicta más efervescente de todas las más frías venganzas y se vio como el tormento o como la fría tempestad. Claudia permaneció como el frío entre su piel y su cuerpo desatando la fuerza efervescente de creer que la vindicta es real entre su imaginación y sus actos reales. La vida quedó como el delirio delirante en poder saber que el destino es frío como en la cálida vena ardiente el deseo de una vindicta. Claudia quedó como el deseo en saber que su vida es incierta como el deseo converge en una sola forma y manera de entrever en la razón una sola verdad y tan fría como el álgido viento que le roza la mente en acometer la fría vindicta en contra de su hermana mayor por burlarse de ella sin tener novio y ella sí. Claudia trama que el novio de la hermana mayor la deje sin contratiempos ni amores en el corazón y todo por burlarse de ella. Claudia sin claudicar el torrente de sin sabores inertes demuestra que el recelo de la verdad se cuece en el alma fría de vientos fríos porque se queda como el aire frío en la piel. Claudia sin claudicar en el alma ni en el corazón ni con el fuego en el corazón se debate en un frío inerte de creer en la sola alma desierta en encrudecer el tiempo y más en el ocaso inerte de dar el sólo desafío frío en creer que la razón se pierde en locura, pero, lo peor es que el novio de la chica, sí de la hermana mayor de Claudia no la abandona sino que formalizan más su unión y pronto habrá boda.
¿Qué le sucede a Claudia?, si en el juego del amor, de la pasión y de la vehemencia carnal con el novio de la hermana mayor es la conciencia más efectiva de todos los amores cuando su amor es firme y efectivo. ¿Qué le sucede a Claudia?, pues, en el ritmo de la verdad que el silencio automatizó la espera inesperada en poder creer en el desafío inerte e intransigente que su vindicta falló. Claudia, todo le sale mal y en el juego de la verdad que conlleva una mala idea de realizar vindictas calladamente y en silencio. La vindicta de Claudia quedó como el sol en la alborada lleno de una lluvia que opaca al sol dejando una estela de lluvia y de sensaciones frías en creer que el tiempo no caduca jamás. Cuando, Claudia atormenta a su alma y más a su corazón demostrando que la venganza encrudece de tiempo y de un tormento por una fría tempestad. Claudia, en el alterado frío de una venganza friolenta, encierra el tormento y la gélida tempestad cuando en el alma sin claudicar ni transigir se cuece por hervir entre sus venas un candente y una efervescente mala situación. ¿Qué le sucede a Claudia?, si en el alma y en el corazón se cuece de un fuego mortal e inmortal en el alma de deseos tenues y tan opacos como el sol con la lluvia. Claudia destrona con la sola vindicta de que el mundo se cuece de fuego en el corazón sin calmar una sola redención de atraer en el alma y en el corazón una sola mala idea. Claudia, en el alma y en el corazón, se cuece de un fuego latente de creer en el alma desierta en opacar en el cielo con lluvia a todo sol. Y, sí que era así, pues, en el corazón de Claudia y sin claudicar más ni menos se inventa en imaginación o en numen fraguado una sola vindicta que no salió bien. ¿Qué le sucede a Claudia?, si en el momento y en el instante de que el desierto es frío se imaginó en el alma contemplando una mala idea en converger en el trance directo de una sola vindicta en el alma y como el fuego en su corazón. Claudia, en el alma, se vio como el trance directo de creer en el convenio una sola mala idea de envenenar una sola vindicta cuando la manera de burlarse por parte de su hermana mayor contra ella fue lo peor para ella. Y, eso fue como el desastre más directo de creer en el comienzo por departir en el alma una sola vindicta mortificando el más cálido de los desenlaces cuando en el mortal evento de una inmortal lluvia, el sol se cuece de espantos con la lluvia que aumenta con la fría tempestad. Claudia sin claudicar ni transigir en el combate de dar una sola salida se da la vida como la verdadera intransigencia autónoma de creer que en el frío desierto se cuece de un fuego latente como en el corazón. Claudia, en el alma, cuece una sola insistencia cruda en poder creer que en el alma y en el corazón existe una sola mala idea porque en el trance directo de la cruda verdad que el fuego en el corazón se debate en una sola mala idea por converger en el trance de la verdad. ¿Qué le sucede a Claudia?, si en la insistencia autónoma de creer en la seriedad de la vindicta la venganza no le salió del todo bien ni fue excelente. Claudia cree en el comienzo de la burla, de la rabia por la suerte de sus hermanas de que en el instante se cuece de una mala idea como el fuego latente en el corazón y que está como en el aire socavando muy dentro de su propia existencia. El suburbio del corazón se siente como la comidilla social entre el trance directo del murmullo o del instante en que se cuece el alma y el corazón de un fuego latente en el corazón. Claudia, en el alma y más en su corazón late como el latido del corazón cuando converge en el trance directo en atraer en el alma una sola verdad fija.
La segunda mala situación de Claudia fue cuando la otra hermana se burla del vestido que llevará precisamente a la boda de su hermana. La vida de Claudia comienza a departir la fuerza y más el fuego en el corazón cuando en el alma es una fría y mala situación. Claudia se petrifica en el altercado friolero de la vida cuando su otra hermana se burla de ella. Si, en el alma y en el coraje del corazón, Claudia se cuece de tiempo y de una venganza inerte, fría e inconsciente cuando en el alma y en el corazón se cuece de tiempo directo como la burla fría e inestable de creer que su vestido era feo. Claudia le gusta el vestido y se siente bien, pero, su hermana se burla de ella. Claudia se aferró al frío desastre de creer que su persistente fuerza queda como el aire sosegado de tiempo y de friolero mal instante cuando la segunda mala situación se petrifica como el frío tormento de lluvia sin sol en el mismo cielo que converge en el alma y más en el latente corazón. El sol quedó como la lluvia fría cuando el fuego en el corazón se disfraza como taja en el alma con una sola mala idea en querer realizar otra vindicta y es a su otra hermana. Claudia trama la más cruel de las vindictas cuando en el temor se aferra a la idea de poder creer que la pureza de la verdad impoluta se da como las más frías de las venganzas. Claudia trama y no transige como el ademán frío de todos los malos tiempos cuando la lluvia y el sol no son compatibles ni en el alma ni en el corazón de Claudia. Claudia no claudica ni transige más ni menos en el tiempo ni en el recelo del tiempo ni del alma. Claudia, como en el instante de creer en el alma ni en el corazón muerto de espantos, cree que el destino es frío como la cruel y terrible venganza que trama en contra de su hermana y todo por el vestido feo. Claudia trama la vindicta más eficiente de todos los malos tiempos cuando en el comienzo en departir la espera intransigente se debate de una ira insolvente por creer en el hálito desnudo y que la pura verdad se entristece por tanto y por todo en su propia boca. Claudia trama en el alma y en el fuego del corazón una sola vindicta formando un fuerte corazón en creer que la vindicta es la mejor forma de ver al cielo de fría tempestad. El cielo quedó de gris y sin sol, sólo, con la lluvia formando en derredor una forma intransigente de creer que la vindicta es fría como el desierto en numen inventivo. Claudia inventa y trama una sola vindicta cuando insta y dicta que la cruel insistencia se cuece de espantos en la sola soledad. El vestido feo de Claudia quedó a la deriva cuando en el tiempo y en el ocaso inerte se dio lo más conveniente de todos los malos tiempos, cuando en el alma y en el venidero instante se cuece de alma insegura como la vindicta más cruel de todos los tiempos. Claudia interpreta, trama y sin transigir, convence a su mejor amigo en realizar una broma a su hermana mayor que con tinte negro le tiña todo su vestido en la boda de su hermana mayor. Claudia cree que es astuta y que su insistente corazón se aferra al deseo más conveniente de todos los tiempos. Claudia cree que su corazón trama más la mala idea por teñir el vestido a su hermana mayor antes de vestir para la boda de su otra hermana. El mejor amigo de Claudia, sin saber del vestido que vestirá la hermana mayor de Claudia, tiñe el vestido de flores y casi todo de color negro. Claudia, al vestir con su vestido de flores, cree que será la joven más bonita de todas las muchachas y a la verdad de que será su vestido de flores el más feo de todos los vestidos cuando a la hermana mayor que le realiza la broma no le sucede nada. La vida de Claudia se siente como la forma más verídica de todos los malos tiempos cuando en el alma y en el fuego del corazón arde como la leña más rojiza de todos los malos tiempos.
¿Qué le sucede a Claudia con ésta segunda vindicta?, cuando en el ademán frío se torna exasperante como intransigente la espera de ver al vestido teñido de color negro. Claudia, en el afán de ver al vestido del color negro, cree en la mala suerte que posee ella, cuando fue a su vestido y no el de la hermana mayor que lo tiñe su mejor amigo como broma. ¿Qué le sucede a Claudia?, si en el afán de vanagloria y de triunfo en el alma, quedó como con el fuego en el corazón. El corazón de Claudia arde en llamas porque fue como el fuego trascendental de todos los tiempos cuando en el afán quedó como llama perdida en la herida de una intransigente fatal vindicta que cobró ella por teñir el vestido de su hermana, porque cuando vio a su vestido de flores lleno de tinte negro fue cuando ardió más su corazón de un fuego latente en el mismo corazón. El odio y la venganza para Claudia quedan como el deterioro en el mismo coraje del corazón abierto en las más entrañas rojizas de un sólo atardecer. Claudia quedó como el coraje en el corazón abierto en sangre latente de un fuego devorador en el alma abierta en el tiempo y más en el corazón. Claudia quedó como el mal tiempo y como el recelo de una cruel verdad y como el odio o como el corazón con fuego latente. ¿Qué le sucede a Claudia? Claudia, en el afán de creer en el alma, se aferró al frío desconcierto cuando en el alma quedó como el frío y álgido viento. Claudia quedó como el aire sosegado de un tiempo y del recelo de la mala idea en converger en el trance directo en creer en el alma muerta de espantos. Si Claudia quedó como el delito más inconveniente de creer que sus vindictas se aferran a la mala suerte. Claudia quedó como el más de los terribles y crueles de los fatales tiempos cuando la broma hacia su hermana mayor quedó en que su vestido de flores fue quien sufrió el daño y no el vestido de su hermana. ¿Qué le sucede a Claudia? Claudia quedó con el fuego en el corazón cuando en sus inicios de las vindictas se ha formado el odio y la forma más certera en creer que el desierto es frío como es álgido el viento. Claudia quedó con el dolor más efectivo, certero y asertivo de todos los malos tiempos, cuando en el instante se cuece de temor incierto, lo que es porvenir incierto de que al vestido de su hermana mayor no le sucede nada malo. El vestido de flores de Claudia quedó con el tiñe de color negro y el fuego en el corazón quedó latente en el alma. Claudia, el odio y la lluvia quedan en el cielo y en su corazón, respectivamente, cuando en el albergue de creer en el corazón se cuece de un dolor inconsciente, pero, muy real. Claudia quedó como el viento más álgido y como el desastre de creer en el convenio más fructífero de una cruel vindicta, pero, todo quedó como el mal y sin hacer daño a la persona que sentiría directamente como la más cruel vindicta. Claudia quedó como el desastre de creer en el alma más conveniente cuando en su corazón arde el fuego más latente de todos los malos tiempos, sí, con el fuego más latente y dentro del corazón. Claudia, que dentro de la vida más mísera, quedó como el más terrible de los momentos quedó con el fuego en el corazón y con el odio más fructífero en el solo corazón y ardió en el más conveniente de todos los tiempos. Claudia, con el fuego en el corazón, quedó como el dolor en el alma y como el recelo de la única verdad de que sólo la insistencia en el solo corazón se entristeció como lluvia en el cielo. Claudia quedó como el dolor intransigente, insípido, e incoloro. Si Claudia como lluvia en frenesí, quedó automatizando la espera inesperada de creer en el trance directo cuando la lluvia no cesa en el cielo. Claudia quedó como el horizonte lleno de todo un mar abierto en el otro lado del mundo.
La tercera mala situación para Claudia fue cuando su otra hermana mayor se encuentra en la reunión en la boda de su otra hermana mayor. Claudia expresa una palabra incorrecta en el brindis y la otra hermana mayor se burla de ella delante de todos. El fuego en el corazón comenzó a departir y a destilar más fuego candente en el mismo corazón. El corazón de Claudia sin claudicar más se siente lleno de burlas por parte de sus hermanas hermosas mayores. La vida para Claudia comenzó a destilar fuego en el corazón y es un fuego inocente, pero, muy intencional. Claudia es la más pequeña de cuatro hermanas hermosas mayores cuando en el afán en querer vengar todo le sale muy mal. Las venganzas para Claudia comienzan desde cero y terminan en cero, porque en realidad que todo le sale muy mal y el mal va directo hacia ella y no a quien se supone sea la venganza. La venganza para Claudia es directa, inocente y con toda intención hacia esa persona. Es otro día en la vida de Claudia y sólo recuerda la vergüenza que pasó delante de familiares por la burla de una de sus hermanas mayores por una palabra incorrecta en el brindis de su otro hermana. Claudia no claudica ni transige en hacer vengar esa burla inocente, pero, que le caló muy profundo en su alma. Claudia quedó como el tiempo y el recelo de la verdad con una triste venganza entre su mente, memoria y conciencia. Claudia sin claudicar quiere vengarse de su otra hermana mayor y lo que trama Claudia es que en su próxima oratoria le cambia por error las palabras a su hermana mayor en papel escritas para poder expresar delante de la asamblea con quien ella trabaja. Claudia no claudica ni transige más si ella sólo quiere vengarse de su otra hermana mayor. Claudia con el fuego en el corazón irradia luz desenfrenada y un odio petrificador hacia sus hermanas mayores por, tal vez, ser mejores que ella. La vida de Claudia se eleva en la mala suerte de tentar a su corazón en llamas de un fuego latente en el corazón. El fuego en el corazón comenzó a echar chispas y destellar fuego latente como el del sol. Claudia no claudica más ni transige más, sólo, quiere vengar todo aquello que se convierte en vengar cada burla, cada desprecio y cada desfachatez de sus hermanas mayores sin saber ni tan siquiera sospechar que son correcciones de vida para mejorar la vida y eso Claudia en el fuego en el corazón no lo sabe. Claudia no claudica ni tan siquiera sabe una cosa que la vida es como es y que su insistente corazón sabe una sola cosa y es que la vida enseña lo mejor, pero, Claudia no desea aprender nada más que vengar las burlas o desprecios hacia ella. Mientras que, la vida le enseña, Claudia trama lo peor y era el día de la oratoria de su hermana mayor y sin más ni más que esa oratoria quedó extremadamente hermosa, muy clara, inteligible, con palabras muy sabias y directamente a la mente perfecta de cada asambleísta y la hermana mayor mereció el aplauso más directo, más fuerte desde el alma de cada quién que escuchó la oratoria. Claudia se pregunta, ¿qué pasó aquí?, si ella le había cambiado palabras correctas por palabras incorrectas como fue la burla de ella hacia Claudia y fue que era sólo un borrador la oratoria que cambió Claudia en aquel triste papel borroso. Y, eso a Claudia también le salió muy mal, todas las venganzas que trama sin transigir ni claudicar le salen muy mal y sin intención alguna que hacer daño, pero, la venganza no concuerda con los resultados. Claudia no claudica sino que prosigue su camino como puede seguir sin más ni más que lo peor en proseguir el dolor ni el comienzo en proseguir una paz o una guerra e esas crueles venganzas de Claudia hacia sus hermanas hermosas mayores.
¿Qué le sucede a Claudia?, si la venganza no dio frutos ni fue fructífera en el alma y más en el fuego candente de su corazón. El corazón de Claudia arde como llama en el fuego latente en su solo corazón. La venganza de Claudia quedó como el mismo fuego en el corazón cuando arde como la leña en el calor frío de un fuego latente en el corazón de Claudia. Claudia no claudica cuando en el alma del fuego latente en el solo corazón se atrevió a descifrar que el instinto se aferró a la mala idea en vengar la burla como mala suerte que le cayó después que la venganza no se realizó. ¿Qué le sucede a Claudia?, si ella no claudica ni transige más, es que el alma y el temor se encierran dentro de su corazón y con el fuego en el corazón arde como la llama encendida dentro de su alma. La vida de Claudia sin claudicar más ni menos se siente como desapercibida la vida en la muralla que le impone la vida a Claudia para hacer valer su vindicta más eficaz, asertiva y más contundente. Claudia, en el alma, sin poder creer que la vida ocurre y transcurre como el pasaje de ida y sin regresos en un boleto mágico como insoportable es la realidad, sólo, conlleva una sustracción en hacer valer real las venganzas que ha hecho y que le han salido tan mal. Claudia, con su alma, queda solo con un dolor intransigente en el alma llena de pelea inocua, cuando el fuego en el corazón arde como llama perdida en el alma insistiendo que la vindicta no es real sino mal humorada como un fuerte dolor de cabeza que le deja el fuego en el corazón. Claudia no claudica cuando en el alma y el fuego en el corazón arde como llama inherente dentro de su pecho como un latir fuerte en el solo corazón. ¿Qué le sucede a Claudia?, si Claudia queda como el aire socavando en el desenlace más real de la pura verdad cuando en el alma se dispersa como el fuego latente del corazón inherente como el soplo de un sólo latir en el corazón. Claudia quedó como el aire socavando en el alma fría como el desastre de querer y creer que la venganza no fue real como que el desenlace fatal fue fallido. Claudia sin claudicar más ni transigir más ni menos quedó como moneda de dos caras dando su mejor cara con la rabia y con el fuego en el corazón ardiendo y tan encendido como el rico latir en el solo corazón. Claudia sin claudicar ni soportar la rica verdad de que su venganza quedó fallida en el intento de dar su primera estocada. Claudia no claudica sin más ni más cuando arde en el tiempo y más en el ocaso inerte de ese rico atardecer con rojizas entrañas de desesperaciones cuando su venganza fue del todo fallida. Claudia falla en el alma por esa cruel y vil venganza, si era sólo un borrador que no dejó de observar cuando ocurre el instante fuego en el corazón cuando se enciende como llama encendida en la leña de una sola fogata. Claudia no claudica, si en la alborada de otro día comienza con una eterna lluvia en vez de un hermoso sol. ¿Qué le sucede a Claudia?, si la vida ni ella claudica porque en el alma hay luz como ese fuego en el corazón que arde cada vez que realiza una cruel vindicta y es tan fallida como ese fuego en el corazón que es tan irreal, pero, tan lleno de rabia y corajes que todo le sale muy mal y muy fallido. El alma de Claudia no claudica jamás ni en el tiempo ni en las sobras de esas venganzas que le hacen ver a Claudia la pura enseñanza de la vida misma. Claudia sin claudicar realiza venganzas sin resultados cuando en el alma y en la vida inerte se pierde todo como de costumbre. Claudia no claudica jamás en el alma ni en la sola vida sólo con el fuego en el corazón que se desató en el corazón una sola fuerza en el alma cuando ocurre lo que transcurre en el solo tiempo.
Si, al fin y al cabo, Claudia, sin claudicar, revisa sus acciones y sus actos en contras de sus tres hermanas mayores, si sólo le falta una de sus hermanas por burlarse de ella. La cuarta mala situación para Claudia es cuando se entristece más y más porque su cuarta hermana se burla de ella por los zapatos que lleva en sus pies porque son unos zapatos de señora de edad y no para una joven como es ella. El fuego en el corazón comienza a arder con la cuarta burla por su cuarta hermana mayor. Claudia no claudica ni transige ni con pena ni con dolor con esa cuarta burla que le hace estallar en llantos. La burla de su hermana mayor le cae como haber explotado dinamita junto con el fuego en el mismo corazón. El fuego en el corazón de Claudia desató una furia y una rabia candente de esas en el mismo corazón, cuando en el alma de ella quiso vengar por fin toda burla de sus cuatro hermanas mayores. El instante se edificó tanto y por tanto que Claudia quedó como órbita lunar atrapando a su propio corazón por tanta furia, euforia y rabia en el mismo corazón que sólo quería amar en verdad, pero, la burla sólo socavó muy dentro de ella como el fuego en el corazón. Claudia sin claudicar comienza la era y la época con su cruel vindicta porque su cuarta hermana mayor se burla de ella por los zapatos que lleva consigo en sus pies y que son de señora de edad y no de una jovencita. Claudia sin claudicar ni transigir conlleva una sola distracción que es vengar a esas burlas con una sola vindicta y tan real. Claudia lo que trama y sin transigir que el recelo de la verdad es que, sólo, quiere vengarse de sus cuatro hermosas hermanas mayores y que en el alma se cuece de un sólo fuego devorador en el solo corazón. Claudia sin claudicar ni transigir quiso realizar la vindicta más efervescente de todas sus venganzas cuando quiso que su hermana mayor llevara los zapatos más feos que ella, pero, la venganza le salió mal cuando en el trance de la verdad quedó como el desierto más frío de todos los malos tiempos y en su solo corazón el fuego más álgido de todos los deseos. Claudia, sólo, quedó como cenizas heladas en su propio corazón, si, la hermana mayor llevó los tacones más hermosos del mundo y brilló bailando como toda reina en la pista. Y, eso, a Claudia le socavó muy dentro en ese corazón que sólo quería vengarse y que ninguna de las vindictas le salió no bien ni del todo. Claudia inventó todo y por todo ser la más fructífera de las vindictas cuando en el alma y más en el solo corazón quedó como lo que quiso ser y ¿qué le sucede a Claudia?, cuando en el sólo corazón siente y presiente que en el alma queda como en el corazón una sola mala idea de un fuego voraz en el corazón por la rabia y la furia en su solo corazón que debate en una sola ansiedad de creer que las vindictas son eficaces sin ser cierta la aseveración. Claudia sin claudicar ni transigir en la espera inesperada de una sola exasperación en su solo corazón quiso ver el cielo de sol, pero. sólo llueve como el frío en su propia alma. La vida de Claudia sin claudicar ni transigir en el corazón y con el fuego en el corazón quiso ser como la pureza de la verdad, pero, en el alma una sola insistente certeza de que el alma posee la luz como el fuego en el mismo corazón. Claudia sin claudicar quiso transigir y todo porque el corazón quedó en soledad y sólo quiso aprender a realizar las más reales vindictas sin ser sólo un fracaso. Claudia sin claudicar comienza a llevar una decadencia autónoma en creer que su mundo es de vindictas con fracaso sin aciertos y sin más ni más que la misma rabia en el mismo fuego en el corazón. Claudia no se libera del fuego en el corazón cuando trama cosas malas que le salen mal para sus seres queridos, y al fin y al cabo, al final tiene una enseñanza.
La enseñanza para Claudia fue y siempre será que su familia es primordial cuando la vida le enseña que la vida no hace vindictas con ella sino que cada fracaso y que cada acierto en la vida es porque así lo quiso ella. Claudia no claudica sino que la vida sin transigir le enseña que la vida es como es y que el sol sale como sale la lluvia en el mismo cielo que vive ella. Claudia sin claudicar ni preservar el mal instante de que ella lleva el fuego en el corazón sólo le tiene por pavoroso la vida misma. Si conlleva una mala situación de que el destino se siente como la vida misma y como el frío destino que suelta la vida que es una sola mala idea. Claudia sin claudicar ni transigir tiene la sorpresa más importante en su vida cuando ésta última fiesta es por su cumpleaños y toda la familia se reune para celebrar otro año más de vida en la vida de Claudia. Claudia sin claudicar ni reservar nada se confiesa ante todos en su cumpleaños y pide perdón. La enseñanza más grande que tuvo Claudia fue claudicar y transigir el fuego en el corazón. Claudia, en la fuerza del alma y del corazón, obtiene el perdón de sus cuatro hermanas hermosas mayores y para que nunca más realice una vindicta porque la vida enseña que lo que está para otro puede que te suceda a tí. Claudia claudica y transige más y más cuando pide perdón a sus cuatro hermanas hermosas mayores y, sí, ésa noche halló el amor, tuvo un gran vestido de flores y utilizó la palabra más correcta por pedir perdón a sus cuatro hermanas mayores y utilizó los tacones de ensueño que ella siempre quería ver en sus pies. Claudia claudica más y más, transige más y más, en el alma, en la ira y el fuego en el corazón porque quedan como cenizas heladas, las cuales, se dispersan en el corazón como viento álgido por descender hacia el mismo cielo donde hoy salió el sol y no la lluvia torrencial de todo un cielo marcando la ira, la rabia y la furia por aquellas burlas de sus cuatro hermosas hermanas mayores. Claudia claudica y transige cuando en el alma y en su corazón hay y existe el coraje de pedir perdón a quien merece pedir perdón por las vindictas desenfrenadas que realizó Claudia en contra de las cuatro hermanas hermosas mayores. La chica más joven de todas las chicas, de ojos y de cabellos negros como la piedra ónix o el azabache fue realmente feliz. Claudia claudica y el perdón de sus hermanas llegó hasta el fondo del fuego en el corazón lleno de rabia, furia y euforia disipando todo el dolor de ese candente corazón como el fuego en el corazón, y sólo logró el amor y la vida socavando en el tiempo como una ira que se fue de su corazón. El fuego en el corazón disipó toda ira y todo candente fuego en el corazón, cuando el alma y el corazón se unen para pedir perdón y Claudia logró ese perdón. El fuego en el corazón de Claudia dejó de encender cuando, sólo, vio la vida y el amor entre sus hermanas mayores y seres queridos en esa fiesta de cumpleaños.
FIN
- Autor: EMYZAG (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 4 de enero de 2025 a las 00:03
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 9
- Usuarios favoritos de este poema: JUSTO ALDÚ
Comentarios1
Es muy tarde, tengo que leerlo con calma mañana. Saludos.
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