Un sábado de tarde

Tu novia eterna

Mi padre engatuso a mi madre a una edad muy temprana, 

Le lleno de actos de servicio y besos, para luego no amarla,

le corto literalmente las alas,

La llevo a la iglesia, invadió su casa,

Le hablo de amor y unidad, algo que solo quedo en palabras,

Tuvieron hijos, uno con su rostro, otro con su alma,

Pero, he contado esa triste historia entre risas y pausas,

Para luego del silencio decir a todos, que deseo ser amada,

Me da risa las caras de sorpresa,

El ¿Cómo?, ¿Por qué?,¿para qué?,

Mientras yo digo: ¿Por qué la historia debe ser tan triste siempre?,

O ¿será mucha la ilusión que tengo para cambiarla?,

Dios, en toda su grandeza me ha permitido vivir tantas etapas,

He sido hija y madre, he tenido un hijo, he perdido uno,

He pasado el duelo, me han amado por poco tiempo,

Siento que merezco una vida igual que la que deseo para mi madre,

Un hombre que me llene de flores y besos,

Que me salgamos a pasear y ver películas, todo el tiempo,

Alguien que se grabe mi aroma,

Que cocine, baile, cante, aunque no sepa hacerlo,

Que me mire con tal deseo, que las personas se entretengan con el momento,

Que me deje entrar a su vida con todo y maletas,

Que guarde mi cepillo de dientes en su armario para llegar a quedarme en su casa,

Que me diga que le gusta, aunque no sepa que es, ni lo entiendo,

Que me abrace hasta fracturarme los huesos,

Alguien que me moleste a cada rato, que sea fastidioso,

Que no me olvide, no me guarde, me motive, me invite,

Me saque, que sepa que detesto estar los domingos sola en casa,

Que amo a mi familia, pero detesto a mi padre,

Soy un chicle en eso del amor, por obvias razones y no me disculpo por ello,

No soy como mi madre, tendré su rostro, tal vez uno que otro pendiente,

Pero se que ame al mismo hombre que ella amo, en eso somos iguales,

Por eso, nos merecemos más,

Alguien que nos tenga en la mente siempre, que desee tenernos cerca,

Alguien sepa reconocer el color de mis ojos,

Que talvez en el resto del mundo o el universo sean iguales,

Pero dentro de mi casa, siempre serán el chocolate más claro,

Dios, he amado tanto a las personas, sé que igual mi madre,

Y creo que es una súplica decirte: devuélvenos todo eso, ya es momento,

Se me está muriendo el corazón, siento que mi esperanza

Desparece y se va con las cenizas de aquellos deseos.

 

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