AMOR DE ALQUILER

Cuando el pasado y el presente  
susurran secretos en la penumbra,  
la treta del olvido se cierne,  
un velo que la memoria deslumbra.

¿Cómo aguardar el alba,  
si la falsedad florece en tu voz?  
De labios que prometen calma,  
brotan sombras, desdén atroz.

El presagio del final,  
a tientas busca su verdad,  
donde risas de un amor mortal  
renacen en la oscuridad.

¿He de juzgarte por tus sombras?  
Mi corazón clama en su aflicción,  pero mi mente, en sus hondas,  
grita que amar es una ilusión.

Un corazón prestado, un alquiler,  carga con promesas vacías,  y aunque anhele volver a creer, la razón me ata a sus agonías.

Qué poco he de quererme  
para estar atado y deudor  
a un amor fortuito,  
que mis ansias de amarte  
se han convertido en delito.  
En cadenas de susurros,  
donde el deseo es un ladrón,  
y en cada latido oscuro,  
se ahoga mi corazón.