Me senté en las ultimas bancas del autobús camino a casa,
Para guardar distancia de todas esas personas que también viajaban,
Saqué mi libro, lo abrí y me senté a leer,
Trazando las letras con mi dedo índice como para no perderme,
pero mi mente hacía eco, daba vueltas y no leía las palabras,
es frustrante no disfrutar de la delicia de aprender,
me detuve y mencione: ¿Por qué ella es tan necia?, le he pedido perdón, ¿no lo recuerda?,
Comente el suceso con una amiga y supo decirme que decía cosas hirientes con la bebida,
Me desconocía a ratos, en medio del enfado y la ira,
Contrario a mi pensar de persona pacifica,
Recosté mi cabeza en el cabezal, y a lo lejos el paisaje se desprendía de la vitrina,
¿Sera?, no ¿no?, ¡no!
Soy como él, como mi padre, sin su rostro, pero posiblemente con su imagen,
¿Yo lastimo a las personas?, ¡Yo!, fue un momento devastador,
Pero, ¡yo lo saque de mi vida!, ay Papá,
De odiarte tanto, de no querer verte, ni pensarte,
Talvez no estas, pero me he convertido en tu reflejo,
Odie tu ira, te descontrolabas y no sabías ni lo que decías,
Te ibas, regresabas ni perdón pedias,
No sabía que en ti me convertiría,
Sobrio eras una persona muy bonita, pero el maldito alcohol entro a tu vida,
Supongo que tenía que guardarte en algún lado,
Y aun así me hiciste falta toda mi vida,
Eres lo peor que tengo y lo que más he amado,
Lo siento, de haberte juzgado tanto, te he copiado,
Perdóname, te lo debo, ¿debería hablarte?,
Al parecer no somos muy diferentes,
Cambiare te lo prometo, no quiero esto que me dejaste tú,
Amo a mi familia, amo aprender y nunca los abandonaría,
Si me permites, este es el final del capítulo, no es necesario correr a abrazarte,
No estas, no estuviste, y ya no me haces falta,
Orgullosa te digo, soy más de lo que esperabas,
Necesitaba perderme en el camino para volver a encontrarte,
Hay muchos pedazos que aun debo sanar de ti,
Y por fin, no te odio, te perdono,
Comprendo lo que paso, pero no justifica que no lo cambiaras nunca,
Voy a pedir perdón, las veces que sean necesarias,
Y protegeré con uñas y dientes, lo que amo y a quien amo,
Gracias por todo papá, creo que necesito amputar otra herida familiar,
Qué asco, tener que sanarte todo el tiempo,
Por mi herida de abandono, mi apego ansioso,
La constante validación que busque en tus brazos, hasta destruirme por completo,
El abuso que sufrí por tu sobreprotección y mi miedo,
La locura de mi madre que tolere toda mi infancia, perdiéndome de lo bueno,
No hubo vicios de por medio, me tenías completamente en la palma de tu mano,
Cabello largo, cero maquillaje, muñequita de linda voz y palabras,
Cabeza hueca que no sabía nada, virgen la condenada,
Cero citas, cero hombres, solo en casa,
Me rebelé, me pinte el pelo, corte la falda,
No salí con hombres, me los recordabas,
Leí libros sobre la sexualidad que tanto temías que encontrara,
Luego de esa etapa de profundo conocimiento, que constantemente recopilaba,
Me avente y di mi primer beso, putita me llamabas,
Murió la princesa y, nací yo,
Me odias, lose, me parezco a mi madre, más libre, más mujer,
Ahora como adulto semi-responsable, estudio,
Y ruego migajas de amor gracias a vos,
No me gusta eso de mí, tarde años en salir de ahí,
Ahora estoy sola, sin ningún hombre en mi vida,
Y no me he muerto, como seguramente esperabas,
ya no me hiciste falta.
- Autor: Tu novia eterna (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 7 de enero de 2025 a las 18:33
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 10
- Usuarios favoritos de este poema: EmilianoDR
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