Naufragio y salvación

EDGARDO

 

En las profundidades marinas, perdido y sin norte,
Hallé un tesoro oculto, un amor de gran porte.
Antes, era una hoja seca, arrastrada por el mar, sin piedad,
Arrastrada por olas de tristeza y ansiedad.

Pero tu amor, cual faro en la noche oscura,
Me ha guiado a tu isla, mi alma ahora es pura.
Tu isla, mi refugio, mi oasis de paz donde mi vida renace,
Donde las tormentas callan, y el amor siempre florece.

Como un trovador errante, busqué tu balcón,
Con mi laúd en mano, mi corazón en unción.
A tu belleza rendido, mi alma se inclinó,
En cada verso que escribo, mi amor se definió.

Bajo un cielo estrellado, mi citara suena,
Un himno a tu belleza, eternamente serena.
Como un náufrago, busco tu luz en la noche,
Tu amor, mi brújula, que me guía sin reproche.

En sueños te encuentro, con mis versos te canto,
En tu aura, mi alma encuentra su encanto.
Mi amor por ti, melodía celestial,
Eres mi estrella, mi norte, mi portal.

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