Salú

Albin Lainez





¿No fuiste la pretendida por relámpagos en la oscuridad

que los baldíos arbitran?

¿Te fue dada acaso la sonrisa sin vergüenza, para cubrir de cada flor

su roja pelambre en los estanques del jadeo?

Te anduve pensando tanto tiempo como fuera necesario,

hilvanándote canciones inéditas a modo de tónico y para que no duermas

en medio del enfado con que nos despedimos.

 

No importa tanto que no vinieras

sino que olvidaras el porqué.

 

Sé que desde niña alimentaste imposibles jardines,

pájaros de algún color aún secreto, utopías como faena.

Si practicaras disponer tus insufribles dones ya no haría falta

la duda o el titubeo en los marcos que espejan

 

Todo se resuelve en experiencia, aunque traume,

para curarse en salud y no sufrir las consecuencia

Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos




Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.