Majestuosamente Nace el Sol

 Majestuosamente Nace el Sol

Tras la noche blanca y fría,
donde el viento danzó sin cesar,
la tierra se viste de silencio,
y el cielo empieza a despertar.

Majestuosamente nace el sol,
imponiendo su brillo dorado,
como un rey que rompe cadenas,
y trae libertad al campo helado.

La nieve, antes imponente,
comienza a ceder su poder,
y en cada rayo que desciende,
la vida vuelve a renacer.

El hielo pierde su dominio,
los árboles vuelven a brillar,
y bajo el calor que se impone,
la creación comienza a cantar.

Qué grande es el ciclo divino,
que nos recuerda, sin descansar,
que tras cada tormenta y prueba,
el sol siempre vuelve a brillar.

Gracias, Dios, por este regalo,
por la luz que rompe el temor,
por mostrarnos que tras el invierno,
siempre viene un día mejor.

Majestuosamente nace el sol,
como una promesa fiel y segura,
nos calienta el cuerpo y el alma,
y nos da fuerza en la travesura.

Así como el sol derrite la nieve,
derrítese el frío en el corazón,
y cada nuevo amanecer,
nos llena de renovada bendición.

Y con una sonrisa que no engaña,
te digo, Good Morning por la mañana.