En el techo invertido de un mar sin olas,
la luna llora espejos de espuma púrpura.
Mis dedos, raíces de humo,
acarician un reloj que sangra tiempo en cada tic.
Las estrellas se desnudan,
y en su desnudez, gritan secretos
que sólo los cuervos saben escribir.
En el bosque de los párpados cerrados,
el piano de sombras toca su lamento.
Los peces vuelan persiguiendo la nada,
y yo, en su vuelo, me pierdo,
olvidando si fui humano o sueño.
El aire sabe a menta vieja,
y la tierra ríe con dientes de cristal
sobre tus plumas de garota sambadora.
Hilo dental atrapando mi suspiro
sobre el abismo de un procaz susurro.
La bailarina danza con zapatos de fuego
donde la música es silencio
mientras un eco se arrastra entre sus piernas,
ahí donde todo existe y no;
yo, atrapado en ese lienzo sin bordes,
me convierto en un punto,
un fin que nunca empieza.
JUSTO ALDÚ
Panameño
Derechos reservados © enero 2025
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Autor:
JUSTO ALDÚ (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 11 de enero de 2025 a las 04:49
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 31
- Usuarios favoritos de este poema: JUSTO ALDÚ, Tommy Duque, JacNogales, Classman, Mauro Enrique Lopez Z., Charlie Aritz, JAGC, Francisco Javier G. Aguado 😉, Jaime Alberto Garzón, rosi12, Sierdi, Josué Gutiérrez Jaldin, Freddy Kalvo, ElidethAbreu, WandaAngel, Fabio Robles, CARLOS ARMIJO R...✒️, Pilar Luna, Javier Julián Enríquez, Hugo Emilio Ocanto
Comentarios1
Hermoso conjunto querido Justo.
Abtazos y gracias.
jajaja, ni que me vean o me meten un sartenazo, bueno uno viejo ¿Qué le queda? mirar de lejitos y soñar.
Escribir poemitas a esos mujerones... y cuidar el corazón.
Gracias amiga por atreverte a comentar mi locura de sábado.
Saludos
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