Hechos reales II

Antero



 

 

Cumbres de pasión y sueños.

 

Me encumbro a las cumbres de sus pechos

en ellas anidan mis pasiones. 

Desde ellas, reflejos de sus ojos

me llegan, y mis alas, entonces.

Se abren para acaparar sus luces.

Dorada, alborada, alba en rojo

reflejos de sus labios, los sones, 

atronadores de sus hechizos

~~

Encantamiento que cristaliza

mis sueños dispersos, los aúnas

y concentrados en sus encantos

le devuelvo los besos uno a uno.

Detengo en sus pechos las caricias

y en sus cumbres todos mis deseos. 

 

Y te beso sin labios / y te acaricio sin manos / y me entrego a tu cuerpo / sin estar a tu lado / y me entregas tu amor / salvador de mis sueños / despejando el cielo de los recuerdos.

 

Y me besas sin labios / y me acaricias sin manos / y me fijas en tus soles dorados / porque, estando conmigo / entregado a tus encantos, amor / es presente el calor del pasado.

 

Y nos besamos, amor / sin mover nuestros labios / y sin manos nos acariciamos / porque eres, amor, mi todo / mi futuro absoluto y bonito / y mi deseo total al completo.

 

Donde te besan mis dedos / en un sueño despierto.

 

Y seguimos soñando / sin querer despertar / que te beso y me besas / con pasión desmedida / que nos damos caricias / sin usar nuestras manos / y, con profundo querer / logramos ser, un solo ser.

 

Y me besas sin labios / me acaricias sin manos / y me miras, mi cielo / con tus ojos dorados / y un firmamento de estrellas / alumbrando mi amor / se abren pasos en mis pasiones desnudas.

 

Y te beso sin labios / te acaricio sin manos / y me entrego a tu cuerpo / sin estar a tu lado / y me entregas tu amor / en mis sueños arcanos / en el sueño despierto / donde me amas y te amo.

 

~~/~~

 

¿En qué estás pensando, cielo?, me pregunta sin mover sus labios. Y sin palabras, besando de nuevo sus ojos, le descubrí mis anhelos, le puse de relieve, navegando por su cuerpo, todo lo que me hacía sentir. Fue entonces cuando nos volvimos al sueño y, arropando su cuerpo con mis deseos, que no eran otros que mi pasión por ella, por el ancho mar del entusiasmo, nos adueñamos del tiempo y ahí seguimos, surcando los mares del delirio con las velas de las caricias al viento. 

~~

Ya se adormece la noche, ya despierta la alborada. Hay calma en el mar y calor en la cama. Es mi linda enamorada que me mira y sonriendo me dice: Bésame con tus dedos, marinero, y deja que el timón del tiempo nos lleve de nuevo a nuestro dorado y apasionado sueño. 

Ver métrica de este poema
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos




Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.