**~Monólogo de Frente al Infierno~**

Monólogo de Frente al Infierno

Por: Srta. Zoraya M. Rodríguez Sánchez

Seudónimo: EMYZAG

Clara está de frente al infierno en un abismo o precipicio llamado ¨El Infierno de Dios¨. Clara, en clara sensación y percepción, decide realizar un monólogo de frente al infierno y es ésto que le expresa al infierno en claridad y de cara al friolero infierno:

Tú, Clara eres la claridad del cielo o del infierno y en ese silencio voraz que hace el suicidio de frente a éste abismo frío, ¿qué sientes? Sí, Clara eres como la claridad de tu alma fría que queda en un encierro total entre el desván del recuerdo o del atrio escondido donde se guardan lo más recónditos recuerdos. Clara, ¿qué percibes dentro de ese infierno? ¿Qué quieres hacer? Si, tú, Clara decides vivir, morir o quedar bajo la tutela de la sombra desierta de un suicidio autónomo de creer que el infierno es la salida. No, no, tú Clara como la claridad del cielo o de ese sol en el mismo cielo que despeja toda duda o es que eres el infierno que desata una locura o una inspiración de musa discordante que sin arpegio desafinas una nota musical en el instrumento de viento. ¡Oh, Clara, sí, tú Clara!, claridad del cielo o del infierno que hoy dicta una sola vindicta que forja una sola salida desata las cadenas e implora perdón de un alma sedienta de exasperación cuando se atormenta el cielo con una terrible tempestad. Y es el frío o el cielo que devenga más oscuridad de la nada o de la bruma espesa que hoy converge en el alma una fiebre como el fuego de un infierno que hoy altera tus sentidos y tu olfato. Tú, Clara, claridad del cielo o del infierno que hoy sin atar la cordura que en vesania y la insania locura va contigo y con la luz de tu alma. Clara ata tu vida y tu nombre como la clara caridad del alma con la luz que desciende como la vida en el fuego como pirómana de la vida o como la certeza en desamar bajo el cálido romance del fuego voraz de una mente en locura. Tú, Clara, que estás de frente al infierno, pinta o dibuja a tu alma, pues, en el abismo frío lleno del fuego del calor descendente es cuando se sabe que quieres suicidar a tu corazón de frente al infierno. Tú, Clara baja la voz que alguien te escucha y ése es Dios, el que todo lo puede, posiblemente, menos salvar a tu alma del odio que posee tu propio corazón. Tú solamente, Clara, tú, puedes salvarte. Clara, sólo, da la vuelta y vete de aquí, pero, no, no, tu alma quiere morir y desatar a las cadenas de éste infierno que escogiste vivir, y, morir porque quieres descender hacia la perniciosa perdición y con la suspicacia de un tormento o de un suicidio que quieres cometer. El delito es real cuando tu alma quiere, desea morir y de frente a éste infierno quieres morir, ¿verdad? El infierno para tí es deshecho, frío y sin fuego candente. Clara quieres entregar tu vida a ese infierno, pues, adelante, ya la piedra del terreno en tus pies ya cedió, ¡adiós!