Mis heridas son profundas,
tan profundas que llegan a mi corazón,
tan profundas que siento que me matarán del dolor,
tan profundas porque fue él quien las causó.
No debí creer en promesas falsas,
no debí poner en ti toda mi esperanza,
no debí, no debí, no debí,
no debí dejar que mi alma te amara.
Tus palabras fueron cuchillos,
tu ausencia es un arma,
un arma que me dispara desde ese día;
cada mañana produce una nueva herida.
Tus mentiras fueron hermosas,
tan hermosas que parecían ser otra cosa;
parecían ser promesas,
y me fascinó caer en ellas.
Mis heridas no cerrarán,
pues sigues abriéndolas sin saber.
No es tu culpa, lo sé;
es culpa de mi manera de querer.
- Autor: Isabella (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 12 de enero de 2025 a las 04:15
- Categoría: Triste
- Lecturas: 32
- Usuarios favoritos de este poema: JAGC, Mauro Enrique Lopez Z., WandaAngel, EmilianoDR, alicia perez hernandez
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