AL ÁRBOL YACENTE.
Árbol viejo de raíces yacientes,
otrora fuerte, austero y frondoso,
tus hojas verdes, lozanía aparente,
de un existir esforzado y penoso.
Tu escaso follaje sombrea la peña,
como ocultando tu tiempo ya ido,
pronto tu tallo en leña convertido,
será de tu vida, ignorada enseña.
Es cruel el tiempo que no perdona,
como cruel la vida que al final pesa,
más el recuerdo que nunca abandona,
a mozos instantes siempre nos regresa.
Y nos hace vivir, sin ya vivir lo vivido,
al igual que el tiempo, hecho pasado,
más no se vive de un pretérito ya ido,
si no de un presente y futuro caducado.
Árbol viejo de antañonas memorias,
confidente fiel de amantes e idilios,
bajo tu fronda se ocultan historias,
de tiempos felices y juegos de niños.
Cuánto se extrañará tu presencia,
que sombreaba monte y prado,
más tu existir en la conciencia.
… Siempre será recordado.
Y donde otrora fue tu existir,
lozana germinará tu simiente,
cuál estigma, veraz y fehaciente,
que de la muerte… Hay un vivir.
Autor: Víctor A. Arana.
(VÍCTOR SANTA ROSA.)
Cincinnati, enero 11 del 2025.
- Autor: VICTOR SANTA ROSA ( Offline)
- Publicado: 12 de enero de 2025 a las 04:30
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 14
- Usuarios favoritos de este poema: JAGC, Mauro Enrique Lopez Z., JacNogales
Comentarios1
Y donde otrora fue tu existir,
lozana germinará tu simiente,
cuál estigma, veraz y fehaciente,
que de la muerte… Hay un vivir.
Gracias Victor, me ha gustado mucho.
Gracias Poeta. Un honor el comentario y un gusto la visita. Saludos.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.