(Veintidós)

OscarCampos

 

“Como en la ciudad,

la metamorfosis entre depredador

y presa, ya no es un asombro.

Es el hábitat donde el poder y la vulnerabilidad

danzan al borde de un acantilado.

La distancia entre verdugo

y condenado se esfuma.

 

A veces,

no hay distancia,

no hay condenado,

solo un instante de paz,

que el vendaval quiebra,

como una bala que interrumpe,

la vida del habitante libre.

 

El desierto, como en la ciudad,

el desierto un juego sin reglas,

la ciudad un juego con reglas olvidadas.

 

El joven con una piedra,

perseguía su presa,

un pequeño animal sin miedo,

cada paso hundía sus pies en la arena,

recordó las palabras

de anciano:

“la vida no se entrega,

un ser vivo siente sus latidos,

y lucha, a veces, hasta morir”.

 

El joven miro su mano,

en un instante el animal

desapareció… quedo solo,

con una llama encendida:

“¿Que sostiene tu destino?”

 

 

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