Cuarenta y un años, ¡qué privilegio llegar!
Un camino recorrido, que muchos no alcanzaron a transitar.
Mientras la vida me sonríe, la llenaré de amor,
con mi alma agradecida y con mucho fervor.
Agradezco a la vida por todo lo brindando,
por los amigos fieles, por el apoyo entregado.
Por mi valiosa familia que me cobija con amor,
la misma que me llena de felicidad y valor.
Agradezco a Dios por este nuevo despertar,
y por cada mañana que me anima a soñar.
También por el sol que alumbra mi caminar,
y la luna que siempre acompaña mi descansar.
Durante este tiempo he visto florecer primaveras,
y también aprendí a abrazar todas las tormentas.
He amado y he aprendido a crecer,
y hoy sigo aquí, con mucho amor por ofrecer.
Agradezco cada día, cada instante vivido,
las risas, las lágrimas, lo aprendido y lo perdido.
La vida siempre me ha dado lecciones sin cesar,
y las he tomado para valorar y para sanar.
Por eso las cicatrices impresas en mi corazón,
serán testimonio de un alma en transformación.
Y las huellas que el viento no puede borrar,
son el reflejo de un alma dispuesta siempre a amar.
Hoy celebro mi vida, con alegría y pasión,
rodeada de mi familia, mi orgullo y gran bendición.
Que este nuevo año me traiga un mar,
de salud, amor, y unión a mi hogar.
Laura Meyer
- Autor: Laura Meyer ( Offline)
- Publicado: 12 de enero de 2025 a las 07:42
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 1
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