En la noche, el eco de un suspiro,
un amor perdido, un sueño marchito.
Las sombras se alargan, la luz se desvanece,
recuerdos flotantes, un alma que estremece.
Bajo el peso del silencio y las dudas,
caminan los corazones, con huellas desnudas.
Un sacrificio dulce, un fuego en la piel,
donar el alma, por un bien que es fiel.
Las miradas se encuentran, un instante eterno,
en un mundo que gira, un amor tan tierno.
Las voces en susurros, los besos perdidos,
la fragancia del tiempo, fragor de los queridos.
Pérdida y esperanza, danza de dos vidas,
entre risas y lágrimas, promesas olvidadas.
El sacrificio, un canto que nunca se apaga,
la esencia del amor, que al alma embriaga.
Así, en cada cuento, en cada estremecimiento,
se entrelazan los destinos, se amontonan los sentimientos.
Y en el susurro del viento, se oye la verdad:
moriría por ti, y por la eternidad.
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Autor:
sti (
Offline)
- Publicado: 12 de enero de 2025 a las 23:12
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 17
- Usuarios favoritos de este poema: nachosol, Mauro Enrique Lopez Z.
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