El tiempo,
impecfecto e inequívoco,
implacable y bondadoso,
es humano,
único ser apto
para detectarlo
e lucirlo.
El privilegio de poseerlo
es conexo
a su mundo antropológico.
El tiempo es histórico
si es reflejo
de la foto
del pretérito,
del hoy y del futuro.
El tiempo
es la levedad
del hombre
que procura trascender
y tantea
lo que ha sido,
es y será.
Es identidad,
memoria e historia
por la libertad.
El tiempo
se hace eterno
con el recuerdo
y perenne en los anhelos.
El tiempo es hilo
que teje el acervo
y el legado.
Es la magnitud
del camino,
el volumen
de la voluntad,
la oda del destino
y la cantata de la sociedad.
Existe ante el épico sol,
su luz,
y su denso fulgor;
persiste ante la lírica luna,
su serenata
y magnánima preciosura;
y flota con serenidad
por los siglos de los siglos,
hilando la filosofía
del proyecto.
El tiempo es el viento,
que sopla y refresca
el debate,
plasmado en un grito
esperanzador
que hace del tiempo
un único tiempo
que florece
y nunca perece,
asi en sus entrañas,
fenezca el hombre.
El hombre hace su obra
y el tiempo la registra,
más su vigencia continúa
a la luz de la existencia.
- Autor: Rafael Parra Barrios (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 13 de enero de 2025 a las 23:29
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 8
- Usuarios favoritos de este poema: Rafael Parra Barrios, EmilianoDR, Mauro Enrique Lopez Z.
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