Libera mi pecho pesado en un suspiro, quizas es alivio, dolor o desesperación.
Intenta amenazar con gotas callendo de mis ojos, salados, dolorosos con incredulidad atenuante ante tu idea absurda a tu toma de control, macho control.
Mi cuerpo grita en susurros, se retuerce, se desangra con puños cerrados ahogados y
cada pensamiento se convierte en una daga,
y aún así, sigo de pie,
como una roca desgastada por olas de furia y calma.
Tu control, tan firme, tan certero, tan tonto, tan absurdo
intenta doblegarme, pero en mi alma se despierta un fuego,
que ni el miedo ni la duda pueden apagarse.
En el espejo mi reflejo muestra fuego intenso y un grito ahogado en el pecho,
una rebelión silenciosa que se nutre de mi fuerza oculta.
No me verás caer,
aunque cada día sea un laberinto de sombras y esperanzas rotas.
Mi alma, herida, fuerte sigue intacta,
y con cada respiración, voy construyendo,
porque el control que buscas no es mío,
Y no será de tres.
Dvflor
- Autor: dvflor ( Offline)
- Publicado: 14 de enero de 2025 a las 13:13
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 28
- Usuarios favoritos de este poema: ElidethAbreu, Jaime Alberto Garzón, alicia perez hernandez, nachosol, EmilianoDR, Mauro Enrique Lopez Z., Pilar Luna
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